El vestuario del Barça se pregunta a qué juega Bartomeu
Nunca como hasta ahora estuvo tan alejado el vestuario de las directrices de su presidente.
Los jugadores del FC Barcelona entienden que de la misma manera que la grandeza y la historia del club permite juntar en una misma plantilla a jugadores de máximo nivel que hacen posible la obtención de títulos, la misma grandeza del club exige que en los despachos "jueguen" directivos que sean capaces de estar a la altura de lo que sucede en el césped y también sepan marcar goles. Sin embargo, los jugadores van descubriendo que el nivel "goleador" de los directivos del Barça está muy lejos del que tiene el equipo sobre el césped.
La gran decepción, y mayúscula, ha sido la incapacidad de Bartomeu y su ejército de directivos y ejecutivos para conseguir aprovechar las lesiones de Rafinha, Messi e Iniesta para dar de alta a Arda Turan antes del uno de enero. Quien más quien menos esperaba un quiebro de Bartomeu a Blatter y un gol inesperado por la escuadra a la burocracia de la FIFA, en un momento en el que el máximo organismo futbolístico internacional está tocado de muerte. Pero ni así. Ni con Blatter a punto de irse y en un momento de máxima predisposición para hacer amigos y no enemigos en su despedida ha sido capaz Bartomeu de defender los intereses del Barça aprovechándose de la situación. Y más de uno se ha preguntado en qué equipo juega Bartomeu y si rema en la misma dirección que el equipo.
La decepción entre los jugadores es mayúscula. En el vestuario estaban convencidos de que Bartomeu sacaría un conejo de la chiestera. Pero la cruda realidad no entiende de golpes de efecto. En los despachos no hay Messis, Neymars ni siquiera Douglas.