A Messi no le ha gustado que desde el club le utilicen contra la afición
Medios afines a la directiva han intentado vender la imagen de un Messi molesto con el público que no se ajusta a la realidad.
Los medios paraoficiales que controla el FC Barcelona han aprovechado el clima de crispación que se vivió en el Camp Nou con motivo del Barça-Bayer Leverkusen para lanzar una ofensiva desde dentro con la intención de silenciar los pitos críticos que se oyeron contra el equipo de Luis Enrique por su pobre juego exhibido.
Uno de los argumentos elegidos para reconducir la situación es el de vender a Leo Messi como indignado por la decisión del público de silbar a sus jugadores. Efectivamente, a Messi no le gustó que el público silbara a sus compañeros, pero de ahí a la indignación va un gran trecho. En realidad Messi entiende a los aficionados porque el equipo no estuvo a la altura de lo que puede y debe esperarse de él, pero también comprende que el público es soberano y está en su derecho de expresarse libremente como le venga en gana.
Messi no se ha manifestado en ese sentido, pero desde luego no se indignó por la reacción del público. Una reacción, por cierto, que comparte porque él es el primero que vio que las cosas no se estaban haciendo bien y sufre por lo que pueda pasar en los próximos partidos en los que él todavía estará ausente. Lo que menos le ha gustado a Messi es que su utilice su nombre para que el club lance mensajes a la afición.