La realidad sonroja a la política deportiva del Barcelona del pasado verano

La vida da muchas vueltas. Eso es del todo indiscutible. La realidad actual del Barcelona sonroja a la política deportiva que llevó a cabo el club en algunos casos el pasado verano. La entidad azulgrana, a pesar de que no podía inscribir nuevos futbolistas, a causa de la sanción de la FIFA, decidió desprenderse de dos piezas muy jóvenes que, precisamente, vendrían ahora muy bien para cubrir los huecos que han dejado en el equipo las lesiones de Rafinha y Leo Messi.

El primero al que el club dejó escapar, en este caso, fue Gerard Deulofeu. El delantero, formado en las categorías inferiores del club azulgrana, nunca acabó de encontrar su sitio en el primer equipo y fue traspasado al Everton el pasado verano, donde firmó una excelente actuación esta misma semana. Su juventud invitaba a pensar que tal vez podría haberse ganado una última oportunidad para buscar la gloria en el club en el que ha pasado la mayor parte de su vida deportiva. No obstante, se decidió cortar por lo sano.

En el caso de Adama Traoré, a pesar de que el jugador tuvo varias oportunidades con el primer equipo, se optó también por un traspaso. En este caso, al Aston Villa, y con opción de compra. El club azulgrana no le perderá la pista, pero lo cierto es que, en estos momentos, su presencia en la plantilla le vendría muy bien a Luis Enrique. El delantero tiene una velocidad del todo endiablada.

Alen Halilovic, mientras, a pesar de que realizó gran parte de la pretemporada con el primer equipo, acabó siendo cedido al Sporting, donde se está convirtiendo en una figura del todo clave en los esquemas de Abelardo Fernández. A Denis Suárez, en cambio, traspasado con opción de compra al Villarreal tras ser cedido inicialmente al Sevilla, se trató sin éxito de recuperarlo, al entender la FIFA que su cesión acababa el año que viene. Ahora ya ha empezado a insinuarse en algunos medios que podría regresar a la entidad en el próximo mercado de invierno.