Los números desmontan a Kroos en el Madrid: Benítez no encuentra su sitio

El alemán ha perdido protagonismo en el juego de ataque y no es efectivo en defensa

El partido irregular de Toni Kroos ante el Málaga fue de nuevo de lo más comentado tras el pinchazo que le quitó el liderato al Real Madrid sólo tres días después de haberlo conseguido en San Mamés. Poco le ha durado la euforia al equipo blanco y a su técnico, Rafa Benítez, que recibió muchos elogios por su planteamiento contra el Athletic, listo y acertado, pero que frente a los andaluces se estrelló contra un muro que no supo sortear, sin ni siquiera agotar los cambios de su equipo.

 

En ese panorama de asedio infructuoso y sin soluciones, Kroos sufrió otra vez lo indecible para aguantar su posición en las acciones de contragolpe del Málaga, sobre todo con el paso de los minutos y a medida que el germano se iba cansando. Sólo la expulsión de Amrabat terminó de plantear el asedio local, culminado en un empate sin goles por primera vez desde septiembre de 2013 y con Cristiano especialmente desesperado por su falta de acierto, algo que este año empieza a ser noticia pero que hasta ahora había pasado poco, las cosas como son.

 

Los números y lo visto sobre el césped demuestran que Benítez tiene un problema táctico que solucionar con Kroos. El entrenador insiste en que los múltiples cambios y rotaciones del centrocampista no se deben a su falta de importancia en el juego ni a su estado de forma, sino que le está conservando para que llegue fresco al final de la temporada. Sin embargo, las estadísticas no mienten: Según datos de Instat Football, Kroos sigue siendo casi infalible en la circulación, con un 88 por ciento de acciones con éxito y un 94 por ciento de precisión en los pases ante el Málaga. El problema es que esa perfección no lleva a nada. Sólo gana un 50 por ciento de acciones en defensa y un 64 por ciento en ataque, y tiene éxito en un 40 por ciento de las entradas que hace para recuperar esféricos.

 

Kroos se vio superado en cuanto a achicar espacios ante el Málaga, corriendo excesivamente tras el balón. Ahí pierde cualidades, no es un especialista. Además, se empeña en jugar como mediocentro más puro y por detrás de Luka Modric, sin duda un jugador con más tablas para hacerlo ahí. Su protagonismo en el juego se limitó a pelotazos largos y pases en horizontal a los laterales o al croata e Isco. Ha perdido el recorrido hacia delante y la llegada que tenía en el Bayern o en la selección alemana. Benítez debe reflexionar sobre su posición de forma rápida.