De los males, el menor: La grada de la Real cruza dedos para que siga Moyes

El ambiente estos días en San Sebastián es contradictorio. La sensación que quedó tras el 0-3 cosechado ante el Granada en la jornada intersemanal contribuyó a aplacar los nervios después de un mal arranque, que había condenado a los de David Moyes a las últimas plazas de la clasificación de la Liga casi nada más comenzar el campeonato. Pero al mismo tiempo siguen las dudas. Tanto la planificación del proyecto global de la temporada como las relaciones entre el entrenador y sus futbolistas e incluso con el propio club provocan que nadie tenga claro por cuánto tiempo aguantaré el técnico en la ciudad vasca.

De esto mismo hablaba esta semana el periodista Oier Fano, especializado en la actualidad del conjunto donostiarra, llegando a aventurar que Moyes no seguirá mucho tiempo en la Real a pesar de lo sucedido esta semana. Desde luego, los mensajes filtrados desde la plantilla no son los mejores y por eso se ha disparado la rumorología en torno a posibles sustitutos del escocés, y aquí viene el drama: apenas hay nombres que entusiasmen.

Del mismo modo que la destitución de Jagoba Arrasate antes del final de 2014 propició la llegada del ex del Manchester United, tan sorpresiva como inexplicable para muchos por cuestiones de conocimiento del fútbol español y del idioma, muchos se hacen la pregunta: "¿y quién vendría en lugar de Moyes? Temiendo una nueva contratación exótica por parte de la directiva txuri urdin, muchos optan por asegurar que "mejor lo malo conocido".

De momento es pronto para pensar en ceses, pero la noticia es que no hay plan B. Menos aún teniendo en cuenta que con Moyes el club ha gastado más que ningún año en fichajes, por lo que la confianza, al menos institucional, en el proyecto debería tener recorrido. Eso sí, hablamos de una directiva que tampoco cuenta con la simpatía de la grada, precisamente. Situación de incertitumbre la del equipo donostiarra.