El Madrid tendrá que tomar una decisión firme tras las palabras de Keylor

Rezuma madridismo y la gente está encantada. ¿Qué pasará con De Gea, entonces?

Keylor Navas condeció esta semana dos entrevistas a dos conocidas emisoras de radio, la cadena SER y la cadena COPE, en las que dio su versión sobre lo acontecido en las últimas horas antes del cierre del mercado de fichajes, cuando estuvo a punto de abandonar el Real Madrid para facilitar la llegada de David de Gea procedente del Manchester United. En el que ha sido uno de los episodios más surrealistas y polémicos de los últimos tiempos en la casa blanca, el 'tico' ha tenido un papel fundamental y, pese a que supo que los blancos querían que se fuese de forma repentina y el último día, no ha querido hacer demasiada sangre del asunto hacia su club.

 

Sin embargo, de sus palabras se extraen sentimientos que demuestran que lo que sucedió no fue nada agradable para él. Reconoció que se quería quedar y que lloró por la situación, algo que ha fortalecido sus vínculos con el madridismo, al que tiene ganado tras un espectacular inicio de temporada. Y no ha faltado tiempo para que muchos medios achaquen al mal hacer del Madrid toda la gestión con el guardameta costarricense.

 

El caso es que el giro de 360 grados de la situación en poco menos de un mes coloca al club en una situación compleja, ya que el asunto De Gea se supone no ha terminado. El portero español renovó hace pocas fechas con el Manchester United y vuelve a ser titular en Inglaterra, pero al fin y al cabo sigue siendo el hombre elegido por el Madrid desde hace tiempo para sustituir a Casillas en los próximos años y no está nada claro que el club blanco no vaya a volver a ir a por él el próximo verano. Su edad y el hecho de ser español, y el guardameta llamado a ser titular en la selección española también en temporadas futuras anima a que se piense que es la mejor de las opciones.

 

Pero, si Keylor sigue así, ¿cómo venderle una vez termine la campaña? Sería un descrédito para la directiva del Madrid a la vista de algunos y si se confía en él, su edad hace que haya riesgos de que dure menos de lo que duraría De Gea bajo palos en el equipo. ¿Qué hacer, entonces? Se trata de un dilema complicado de resolver que el club tendrá que ir gestionando y pensando a lo largo de todo el curso, pero parece bastante claro que, al menos los rumores y el culebrón, todavía no han ofrecido su último capítulo.