La cara menos amable (y silenciada) de la victoria del Madrid al Granada

El palco era un runrún de comentarios con un protagonista destacado

Florentino Pérez gastaba cara de pocos amigos al término del Madrid-Granada. La imagen del equipo de Rafa Benítez sigue sin enamorar en las alturas y, en especial, a un Pérez que se mostraba preocupado por el juego ramplón, sin quinta marcha, alegría, que pudiera entusiasmara al personal ante un equipo infinitamente inferior. El palco del Bernabéu era un corrillo de comentarios y apuntes que recordaban lo ocurrido en Gijón en el arranque: ante la ausencia de juego brillante lo único que puede mantener al Real a flote y al presidente tranquilo son los resultados, si estos no llegan habrá follón.

 

El 'presi' no comulga con los postulados de un Benítez al que avala, casi en exclusividad, su mano derecha en el club, José Ángel Sánchez, director general. La imagen del Madrid ante el Granada, mejorada ante Betis/Espanyol/Shakhtar, dio un paso atrás para volver a recordar al Real de Gijón: como en el Molinón, el equipo bregó, luchó, sudó, pero no mejoró ante un once,el visitante, que apunta a tener que luchar mucho para salvar la categoría.



En este sentido, y según fuentes presenciales, Pérez salió "decepcionado" de un encuentro que debía dar continuidad el buen camino del Real en la Liga y que terminó con pitos de la grada que desde el club se interpretan como un aviso a la baja aceptación de la propuesta futbolística de Rafa Benítez entre el madridismo. Nuevo aviso.