La goleada del Barça al Levante deja a varios señalados en el vestuario
Tres jugadores están en el punto de mira de las críticas después de las dudas generadas ayer en el Camp Nou.
Aunque el resultado lo tapa todo, lo cierto es que el 4-1 que el Barça le endosó anoche al Levante se ha llevado a varias víctimas colaterales por el camino. Empezando por Ter Stegen, a quien un nuevo error volvió a dejar retratado, y acabando por los dos canteranos, Sandro y Munir, que sirven para hacer bulto y llenar el fondo de armario, pero no para rendir al nivel que se le supone a un jugador del Barça.
Tanto Sandro como Munir abandonarán el club en el próximo mercado de invierno. Son dos buenos jugadores, pero no tienen el ADN que se precisa para tratar de tú a tú a los Messi, Suárez, Neymar y compañía. Incluso llegó a parecer anoche que a Leo Messi no le hacían gracia las iniciativas de ataque de Munir en las que nunca participaba él. No es fácil atacar en el Barcelona buscando siempre a Messi. Y esa asignatura no la tiene todavía aprobada el canterano, que por su talento y condiciones técnicas haría las delicias de cualquier club de Primera División, pero está todavía muy verde para el Barça y necesita rodaje en Primera División en otro club con menos exigencias en el que pueda lucir galones.
El caso de Sandro es similar. Le pone ganas, se sacrifica para el equipo y lucha lo que no está escrito en los papeles, pero en el Barça hace falta algo más que todo eso. Su cesión al Las Palmas está cantada. Ter Stegen, por su parte, tiene la continuidad asegurada, lo que no quiere decir que en el mercado de invierno aterrice en el Camp Nou un nuevo portero que, indirectamente, podría enseñarle el camino de la cesión para la próxima temporada.