Un lustro de clásicos (IV): Mourinho se quema; El Madrid desgasta al Barça

Fueron los mejores clásicos de Cristiano frente a Messi

La temporada 2012-2013 arrancó con cambios con respecto a la anterior, que comentamos en Don Balón ayer. Pep Guardiola abandonaba el Barça tras los cuatro años de mayores éxitos de la historia de la entidad para tomarse un año sabático. Más tarde acabó reconociendo que los pulsos con Mourinho durante tanto tiempo habían acabado por desgastarle psicologicamente. En su lugar, el banquillo culé fue ocupado por el que había sido hasta entonces su segundo, Tito Vilanova, la víctima del "dedo en el ojo" del técnico portugués la temporada anterior. 

 

Un año más, el curso empezó con un doble clásico en la Supercopa de España. La ida, en el Camp Nou, ofreció otro espectáculo de goles (3-2). En esta etapa la igualdad entre ambos equipos era cada vez mayor, aumentada por el desgaste producido por tantos y tantos enfrentamientos en muy poco espacio de tiempo. En esa vorágine, Cristiano Ronaldo se hizo grande. Firmó seis goles en los seis clásicos de aquel curso por cuatro de Messi, en la que fue, probablemente, la temporada de mayor protagonismo de ambos por encima de sus equipos en estos partidos. Para empezar, el luso logró marcar en el Camp Nou el primer tanto de una final a doble duelo que el conjunto azulgrana pudo dejar sentenciada. Ganaba 3-1 tras una espectacular remontada (goles de Pedro, Messi de penalti y Xavi), pero un tremendo error de Víctor Valdés propició un tanto de Di María que sería vital para la vuelta.

 

 

En el Bernabéu, una media hora inicial de superioridad madridista selló la posterior victoria. Muy rápido encajó dos goles el Barça. El primero, de Gonzalo Higuaín tras un fallo de Mascherano en defensa. El segundo, de Cristiano Ronaldo tras otro despiste de la zaga culé. Demasiados fallos defensivos, algo que después lastraría a los hombres de Vilanova durante determinadas partes de la temporada. Messi hizo el 2-1 de falta directa pero no sería suficiente.

 

 

Poco hubo que esperar para disfrutar del siguiente Clásico. Ya inmersos en la Liga, el Real Madrid no había empezado bien el año y necesitaba reivindicarse. 2-2 fue el resultado del primer envite en la competición doméstica, disputado en Barcelona. Dos dobletes de Leo Messi y Cristiano Ronaldo en uno de los duelos que más encumbraron el enfrentamiento individual de las dos estrellas del fútbol mundial. Un resumen de goles para no perderse. El Madrid salió victorioso de manera moral según la mayoría de las crónicas, puesto que fue ganando durante buena parte del choque y cada vez sufría menos defendiéndose ante una circulación blaugrana del esférico que empezaba a no ser tan efectiva como en años anteriores.

 

 

Ese desgaste total del Barça se manifestó en la Copa del Rey, donde ambos equipos volvieron a enfrentarse. Fue de nuevo en cuartos de final. Pese a que el Barça dominó buena parte del partido de ida en el Bernabéu y se adelantó con un gol de Ces Fábregas, el Madrid sobrevivió gracias a un tanto de Varane de cabeza. La figura del central francés se haría enorme en esta eliminatoria. Ya inmerso en una guerra abierta entre José Mourinho y parte de la plantilla, el club blanco seguía manteniendo, no obstante, esa motivación de cara a los clásicos.

 

 

El partido de vuelta fue la confirmación de que aquel Barça no era el mismo que con Guardiola. Tito Vilanova había tenido que dejar el banquillo en diciembre debido a una enfermedad grave y seguía las evoluciones del equipo desde Estados Unidos. En su lugar, un hasta entonces desconocido Jordi Roura dirigía los destinos del equipo, aún repleto de estrellas pero cada vez más golpeado por los problemas externos. Cristiano Ronaldo, por dos veces, una de ellas de penalti, y de nuevo Varane, hicieron callar al Camp Nou. Jordi Alba hizo el gol de la honra local, en un gran partido que, sin embargo, el equipo blanco no festejó con su entrenador como habría hecho hacía una o dos temporadas. El ambiente ya no era el mismo.

 

 

Sólo un clásico más aguardaba esa campaña. Cerca del final de la misma y ya con un Real Madrid desquiciado, sin apenas opciones ligueras y desgastado internamente, el Bernabéu contempló una descafeinada victoria por 2-1 de los suyos ante los culés en un partido disputado a las cuatro de la tarde y sin tensión, con un conjunto local con numerosos suplentes en el terreno de juego. Fue el fin de los clásicos con José Mourinho como técnico blanco.