El Barça es el que mejor paga, aunque se haya quedado a dos velas

La situación económica del club y sus promesas y proyectos futuros no le permiten acometer grandes operaciones.

La plantilla del FC Barcelona es la más cara de España y del mundo. Ni siquiera el Real Madrid paga tan bien a sus jugadores. El coste de Leo Messi se va casi a los 50 millones anuales y la clase alta de la plantilla, compuesta por un grueso de ocho o diez futbolistas, se dispara a los 20 millones por cabeza. Las renovaciones express que se realizaron apenas horas antes de la convocatoria de elecciones como medida populista han sangrado las arcas del club y ahora el Barça vive la paradoja de que es el club que mejor paga a los futbolistas... aunque no sea el más rico precisamente.

 

Y la prueba del delicado momento que vivie la tesorería del club ha sido la necesidad que Bartomeu ha tenido de hacer caja este  verano con las ventas de Pedro, Deulofeu y Adama Traoré, por los que sacó nada menos que 46 millones netos, dado que los tres eran canteranos y estaban cien por cien amortizados. El ingreso constituyó, pues, un beneficio neto. El Barça estaba obligado a traspasar para soltar lastre y respirar. Los estatutos penalizan el aumento de la deuda del club, que la temporada pasada se incrementódebido al pago de las primas derivadas del triplete. La masa salarial de la plantilla está al límite de las recomendaciones de la FIFA, que aconsejan no rebasar el 60% del presupuesto general del club.  Y la actual directiva es prisionera de su promesa de acometer las obras de remodelación del Camp Nou y la construcción de un nuevo Palau cuando la gestión consiga reducir la deuda neta a 200 millones de euros.

 

La situación, pues, no es la más propicia para acomter fichajes de postín cuando se abra la veda el 1 de enero, especialmente por el compromiso de renovar a Neymar, cuyo aumento neutralizará el respiro que supuso en las arcas la marcha de Xavi. La deuda en el club creció la pasada temporada por primera vez en los últimos años, quedando establecida en los 352 millones de euros, lo que supone un problema para esta directiva, que de no enmendar la situación podría verse forzada a dimitir según marcan los estatutos o a retrasar la puesta en marcha del Espai Barça. Si en el plazo de dos años la junta no reconduce la dinámica negativa de las finanzas del club, cualquier socio estará legitimado por los estututos para exigir su dimisión.

 

La consecuencia inminente de la situación pasa por la paralización momentanea del proyecto Espai Barça esperando a que lleguen tiempos mejores. Seguramente también Pogba tendrá que eseprar a que lleguen tiempos mejores.