Sergio Ramos vetó a dos entrenadores TOP antes de que se confirmase la vuelta de Zidane

El vestuario tenía planes.

El madridismo ve el momento de la llegada de Zidane como algo que sucedió de forma rápida y repentina, lo cierto es que las negociaciones de Florentino Pérez con varios entrenadores se venían dando desde hace meses y la influencia de los jugadores de mayor peso en la plantilla fue un factor importante para la escogencia final.

 

La idea era la de no perturbar los planes del técnico francés que le había dado tanto al club, ya que puertas adentro se pensaba que su decisión de dar un paso al costado debía respetarse.

 

Desde ese momento comenzó el recorrido de la dirigencia en busca del mejor candidato. Conte y Mourinho gustaban mucho en la cúpula blanca, pero los jugadores se mostraron renuentes a estas opciones, y más aún sabiendo como habían terminado con sus plantillas en los últimos equipos que les había tocado dirigir. Se le cerraron las puertas desde el vestuario, porque no creían que un “dictador” fuera bueno para futbolistas con su gran recorrido, por el contrario, podría provocar un efecto bastante similar al de Solari en el poco tiempo que tuvo el mando.

 

La petición de los capitanes era para que se buscara la contratación de Zidane o Allegri, entrenadores con mejor trato al jugador. A los futbolistas que tienen calidad comprobada y que saben muy bien lo que tienen que hacer dentro de la cancha, les termina yendo mejor con alguien que incentive cierta libertad dentro y fuera del campo, evidentemente dentro de los límites de cualquier profesional, en vez de un trato estricto.

 

Esta presión por parte de los futbolistas, junto con el esfuerzo de la dirigencia en recuperar a uno de los ídolos del madridismo, y el compromiso del propio entrenador de poner nuevamente su nombre en riesgo ante un gran reto de renovación, produjeron un escenario que deja una enorme expectativa sobre lo que vendrá.