Un jugador pedirá audiencia a Bartomeu para cantarle las cuarenta

La plantilla entiende que la política de tibieza de la directiva ante las injusticias arbitrales no es lo que más le conviene al club.

Se sabe que el ambiente en el vestuario del Barcelona está enrarecido por entender los que allí conviven que el trato arbitral que está recibiendo el equipo de Luis Enrique, tanto en la Liga como en Europa, no es justo. Y mucho menos si lo comparan con las ayudas que ellos entienden que le llegan al Real Madrid. El ambiente está caldeado y quien más quien menos espera un gesto, una reacción de Bartomeu, pero ésta no llega.
 
 
Y un jugador se ha ofrecido a sus compañeros como interlocutor ante la directiva, a pesar de que no ostenta galones de capitán al no ser elegido para esa función por los propios jugadores en la última votación. Se trata de Gerard Piqué, a quien le gusta llamar al pan, pan, y al vino, vino. Entiende que la política de tibieza que caracteriza a esta directiva no es lo que más le conviene al equipo en este momento. Es preciso dar un golpe en la mesa y Piqué intentará convencer a Bartomeu de que "el que no llora no mama".

 

Lo que no parece claro es que Bartomeu haga caso. Organizar jaleos no va con su personalidad, quizá porque ya está metido en demasiados sin comerlo ni beberlo. Y mientras tanto, la distancia que separa a los jugadores de su presidente seguirá creciendo. Entienden que es trabajo de la directiva, y no suyo, defender al club de las injusticias arbitrales.