Sergio Ramos no lo quiere ni ver. Lío muy gordo en el Real Madrid por un fichaje para enero.

El capitán veta una llegada

Sergio Ramos tiene el control del vestuario. El capitán tiene una jerarquía que todo el mundo respeta, incluso Florentino Pérez, que consulta sus intenciones con el de Camas.

El último problema en el Real Madrid tiene que ver con un fichaje que el presidente blanco tenía en mente y que estaba dispuesto a cerrar incluso este mismo enero: Mauro Icardi.

El delantero del Inter de Milán era el elegido por Florentino para acabar con los problemas de gol que arrastra el equipo. Por 110 millones de euros, el argentino podría abandonar Italia para aterrizar en el Santiago Bernabéu.

Sin embargo, el central del Madrid no lo ve tan claro. Ramos pide al máximo mandatario paciencia para lanzarse a por Harry Kane en verano. Sergio también ve a Icardi como una buena solución para acabar con la sequía y ‘jubilar’ a Benzema, pero en el vestuario no gusta la polémica que le acompaña. 

Y es que el delantero del Inter tiene un carácter conflictivo. Esto, sumado a la cantidad de prensa que persigue a su mujer, la polémica Wanda Nara, echa para atrás a Ramos y al Madrid, que huye de líos.

Parece que Icardi no será.