Messi señala a la oveja negra. Y Valverde traga: lo que acaba de pasar en el Barça

El argentino corta una cabeza en el vestuario

La victoria ante el Tottenham no sólo sirvió al Barça para romper con la racha de tres partidos consecutivos sin ganar. También se sacaron conclusiones importantes: los experimentos de Valverde no funcionan.

Con el 4-4-2 que tan buen resultado le dio al club culé el año pasado, en el encuentro en Wembley se vio al mejor Barcelona desde hace muchos partidos. Y si algo funciona, no hace falta arreglarlo.

Con Messi y Suárez arriba y Coutinho ayudando en el centro del campo, el Barça se sintió más cómodo que nunca con el balón. Y defensivamente, a pesar de encajar dos goles, también se mostró una mejor imagen.

Con el partido ante el Valencia entre ceja y ceja, una derrota podría ser fatal, Leo Messi ya tiene un señalado: Ousmane Démbele. El extremo, que no jugó ni un minuto contra el Tottenham, sería el gran damnificado por el cambio de sistema. Pero a Leo no le importa.

Después de un buen arranque de temporada, el francés acumulaba una serie de partidos desaparecido. El Dembéle del año pasado parecía haber vuelto. Su bajón, además, coincidió con la mala racha de resultados en la que estaba sumergido el Barça. Después del partido en Champions, la conclusión es clara: Con el 4-4-2 y sin Dembélé hay más opciones.

Messi ya le ha echado la cruz. A Valverde, por su parte, obsesionado con recuperar el nivel del ‘11’, no le queda otra que asumir su derrota.

El Barça no necesita a Dembéle.