La solución (realista) para evitar que Piqué y Ramos 'revienten' la Roja

Entre centrales anda juego y que mejor que la intervención de un tercer hombre en el eje de la zaga para apuntalar una línea que se está resquebrajando con los últimos conflictos Piqué-Ramos.

Rajadas, por un lado, y sensación, por otro, de tenerla jurada a su compañero. Todo ello aderezado por una España, que no brilla en absoluto en su juego y provoca el nerviosismo y críticas de hombre como el seleccionador Vicente del Bosque, que hasta ahora había manejado el cotarro con sabia mano izquierda.

La solución, como plantea el Confidencial, estaría en la llegada de otro central. Un defensa que se ha partido la cara por el equipo y ha demostrado en todo momento una implicación y un saber estar de primer orden, ganándose el reconocimiento de Barça, Madrid y del resto de equipos.

Y Carles Puyol es el designado para este cometido. Desde que se fue Fernando Hierro de la selección no se ha encontrado una figura capaz de aglutinar a todos los jugadores y que estos le vieran como uno de los nuestras.

Puyol, el orden y la ley

Según El Confidencial, María José Claramunt, que ocupa el cargo de directora de la selección española no sólo no ha hecho olvidar a Hierro, sino que su gestión ha dinamitado precisamente las buenas relaciones que había, no sólo entre los jugadores, sino también en el propio staff técnico. 

Puyol no sólo fue una referencia de la selección española durante años, sino que es una figura muy respetada por todos los futbolistas. Así, la idea de verle en la Federación Española de Fútbol es algo que no debe ser descartable.

Puyol era un buen amigo de Piqué en el Barça y siempre le supo poner en su sitio. Conocido es cuando en el Bernabéu le quitó de la mano el mechero que estaba enseñándole al árbitro y lo tiró a la banda sin darle mayor importancia. Su complicidad era absoluta, y no sólo en el Barça sino también con España.