Te presentamos a Romero, el nuevo entrenador del Córdoba

Un técnico sin experiencia en Primera, cuya gran baza, ser motivador de grupos humanos. "Tengo que rescatar el carácter de los jugadores", dice

Las ocho derrotas consecutivas del Córdoba motivaron que José Antonio Romero supliese a Miroslav Djukic en el banquillo del  equipo andaluz. Complicada papeleta para un técnico que se entrena en Primera con el objetivo de salvar al equipo del descenso y que se encuentra a causa de los problemas deportivos y extradeportivos en el peor momento de la temporada.

 

¿Y quién es Romero? En principio un técnico de la casa y según el presidente del Córdoba, Carlos González, un apagafuegos. El año pasado cogió al filial en una delicadísima situación y lo salvó. Su mejor baza, ser un gran motivador de grupos humanos. La menos buena, su inexperiencia en la categoría. Por eso se enfrenta a la oportunidad de su vida en el mundo del fútbol.

 

El primer objetivo será a "intentar rescatar el carácter de cada uno de los futbolistas para que repercuta en lo colectivo” e insistía en lograr el equilibrio: "Defender bien y atacar muy bien. Que se encuentren con la mayor convicción posible y con el mayor sentido. Y evitar cometer errores innecesarios". El reto es recuperar esos siete puntos con la salvación en once jornadas.

 

Romero ha analizado que el equipo ha llegado a esta situación por una "bajada de activación mental, que acaba en una bajada de rendimiento individual y por lo tanto repercute en el apartado colectivo. Ahí entran la actitud y el carácter".

 

Y trabajo no le va a faltar, porque el presidente Carlos González señaló al vestuario como culpable de todos los males. "Cuando los clubes van mal es un problema de vestuario siempre, sea por falta de entendimiento con el entrenador o por la lucha de egos del propio vestuario", aseguró y dio nombres. "Tenemos jugadores importantes como Nabil Ghilas y Cartabia, que no hemos conseguido transmitirles lo que es el Córdoba", sostenía el dirigente.

 

También está abierto un expediente disciplinario a cuatro futbolistas por una salida nocturna, amén de la división que ha ido en aumento dentro del plantel, sumados a los problemas deportivos, ya de por sí graves, colocan un escenario en el que Romero debe tomar hoy el mando de una plantilla rota y con el reto casi imposible de recuperar siete puntos con la salvación cuando apenas quedan 33 en juego. Anoeta será la primera prueba.