Barça: El mejor equipo de Europa es sólo un equipillo en los despachos
Los preocupantes motivos por los que el Barça pinta cada vez menos en Europa
El FC Barcelona de Josep María Bartomeu vive sumido en una tremenda contradicción. Tiene al mejor equipo de Europa, admirado y respetado en todo el continente por sus jugadores y la excelencia de su juego. Tiene el estadio más grande, la afición más numerosa, una historia gloriosa y un presupuesto insuperable. Sin embargo, a nivel de despachos el Barça es un equipo de medio pelo, del montón, que vive un periodo oscuro a nivel de representación en los altos organismos con capacidad de decisión.
La FIFA y la UEFA se han ensañado con el club con sanciones ejemplares, como la de la prohibición de realizar fichajes como consecuencia de irregularidades cometidas en la adquisición de jugadores menores de edad, o con sanciones que atentan al sentido común, como la de los castigos por las esteladas que se vieron en la final de Berlín o los silbidos al himno de España en un partido en el que el Barça no tenía responsabilidades organizativas. La cuestión es que todo el mundo se atreve con el Barcelona, que en los despachos carece del respeto que se ha ganado con sus profesionales sobre el terreno de juego.
Ni un sólo representante del FC Barcelona ocupa un cargo relevante en las altas instituciones internacionales y tampoco a nivel de clubs. Pese a que el Barça manda en las competiciones y en el capítulo de capacidad para generar ingresos, Bartomeu sólo ha conseguido aparecer como vocal en la ECA, el Comité Ejecutivo de los clubs europeos, que preside Karl Heinz Rummenigge. En las últimas horas se ha votado una comisión de dos personas para defender los intereses de los clubs ante la UEFA y han salido elegidos el presidente del Bayern y el representante de la Juventus, Andrea Agnelli. Ni rastro de Bartomeu, que no es capaz de imponer en los despachos el mando incuestionable que tiene el Barça en todas las competiciones. Parece claro que a esta directiva le falta un Messi que tire del carro en un momento en el que se encuentra desvalido y sin rumbo a merced de castigos, amenazas y sanciones que le llegan por todas partes.