Si cuentan lo que cuenta CR7, el madridismo termina en el psicológo

El luso prolongó su sequía goleadora con su selección ante Francia y busca la redención con Albania

El choque amistoso entre Francia y Portugal disputado la pasada semana agravó la crisis con el gol que está sufriendo Cristiano Ronaldo. Lejos de responder a problemas físicos, parece que el panorama para el portugués empieza a ser de cuestión psicológica, alejado como está, según todas las voces cercanas al futbolista, de sus peores días con las rodillas. Se esperaba algo de 'aire' para él alejado de las vicisitudes y el periodo de 'encaje' del Real Madrid nuevo de Rafa Benítez, pero no está siendo así.

 

Y es que Cristiano está viviendo una crisis goleadora sin precedentes en su carrera. En lo que llevamos de temporada incluyendo los partidos veraniegos del Real Madrid, el luso sólo ha marcado un gol desde mayo. Fue en un amistoso contra el Manchester City en Australia. Ni en El Molinón de Gijón, donde estuvo cerca, ni tampoco contra el Betis ha logrado ver portería. Y lo que es peor, cada vez se le ha visto menos participativo y más desacertado en la definición.

 

Cristiano ya se pareció poco al jugador que fue durante años la pasada campaña. Rompió de nuevo sus propios moldes desde el punto de vista anotador, pero mutó en un delantero mucho más rematador que 'fabricante' de jugadas y goles. Algo que a él, personalmente, no le gusta aceptar. Por eso se resiste a ser el '9' de Benítez en el Madrid. Quiere su protagonismo de siempre en el juego del equipo, algo que poco a poco va desapareciendo.

 

Contra Francia se volvió a ver a un Cristiano que no encuentra su juego, ni sus movimientos. Sólo dos disparos a portería en noventa minutos ante los galos, cifras muy por debajo de sus habituales. Mientras crece la ansiedad entre el público y la pregunta de si estamos ante el primer aviso serio del declive de CR7 en su carrera (algo que no se puede afirmar nunca con rotundidad) parece que a él también le asalta esa ansiedad. El tópico dice que son rachas, pero las caras y los gestos del futbolista empiezan a denotar un problema evidente.

 

Por si fuera poco, Cristiano cuenta en privado que no tiene las sensaciones de antaño. No se trata de Benítez, ni de su rol en el Madrid... es ya una cuestión personal. Él no tiene la sensación de que la edad influya, pero al mismo tiempo no se encuentra a sí mismo sobre el campo y esa lucha constante hace mella. La sombra de un estado de alarma que no quiere airear de ninguna manera. Y el madridismo, expectante.