Más lío: El United descubre que no tiene portero y se aferra a De Gea
El asunto del portero se ha complicado muchísimo no sólo por el fichaje en sí, sino por la situación con Keylor
Se avecina día frenético antes del cierre de mercado en el Real Madrid. Llegados al 31 de agosto y a 24 horas de que la plantilla blanca quede blindada, David de Gea no está cerca del club blanco y además existen otros problemas que complican su llegada. Una situación que hará que el Madrid se meta en un lío ya casi de forma asegurada.
Los blancos y el United siguen enfrentados y la situación parada. El Manchester pide 40 millones de euros y el Madrid no está dispuesto a llegar a esa cantidad. Mientras tanto, el propio De Gea sufre las consecuencias de su órdago al club inglés, apartado y viendo los partidos desde la grada, que a su vez le ha señalado. Ni parece que tenga mucho futuro en los Diablos Rojos, ni tampoco está nada claro que vaya a tenerlo en Madrid.
A todo esto, los fallos de Romero, el hombre llamado a sustituirle en el United, han provocado que en Inglaterra exista preocupación por la portería. Y en el lado inverso, el Bernabéu coreando a Keylor Navas tras su gran partido frente al Betis deja al club en una situación sin salida: ¿Para qué pagar 40 millones por un cancerbero que queda libre el próximo año y que, además, el equipo parece no necesitar ahora mismo? Y si no se le ficha ahora, además de la penalización de 10 millones de euros que los merengues le pagarán a De Gea, está el problema de que no quiera venir en el futuro, tratándose del hombre señalado para ocupar la portería del Bernabéu en los próximos diez años.
Con tan poco tiempo de reacción, lo lógico es pensar que el Madrid pagará y que fichará al guardameta en las próximas horas. Pero entonces se encontrará con el problema de sus porteros. Kiko Casilla llegó este verano y no es posible que se marche. Navas, por su parte, se siente fuerte y no quere irse ahora que se ha ganado la titularidad y que cuenta con el apoyo de la grada. Tener tres cancerberos es una posibilidad tan real como inaguantable.
Una encrucijada que el Madrid debe resolver en un sólo día. Pero, haga lo que haga, correrá un riesgo extremo.