La confesión del "engañado" Illarra le hace refugiarse en casa... otra vez
El futbolista cuenta sobre sus últimos días de blanco y reconoce que se vio obligado a irse, a pesar de que no tiene malas palabras para el Madrid
En un día 'express', Asier Illarramendi abandonó ayer el Real Madrid y volvió a San Sebastián para comenzar su segunda etapa en la Real Sociedad, sólo dos temporadas después de su prematura marcha. Se fue siendo prácticamente un crío y vuelve muy joven, con todo el futuro por delante pero con la experiencia negativa de haberlo pasado mal en un club grande, que le vendrá muy bien, por cierto, de cara a seguir progresando en su carrera. Él mismo reconoció esto en una presentación rapidísima, posando ya con la camiseta txuri urdin y el '4' a la espalda, y dando pistas sobre su salida del Madrid que denotan cierto desencanto por lo ocurrido en las últimas semanas.
Podría decirse que el de Mutriku se sintió "engañado" por el club. Sobre todo, por la contratación del croata Kovacic, un jugador que ha provocado ya más de un movimiento en la plantilla (casi produce la marcha de Cheryshev).
"Volver a casa nunca es un paso atrás. Ya he jugado muchos años aquí y he hecho muchos amigos. Estos dos últimos años he madurado mucho, he vivido distintas experiencias, he ganado cuatro títulos, he conocido gente nueva y he entrenado con los mejores del mundo. Y a pesar de que no he tenido mucha continuidad, de todo se aprende y de todo hay que sacar cosas positivas".
"Han sido días intensos, pero la decisión la tenía bastante clara desde hace dos días. Al principio de la pretemporada no tenía pensado salir del Real Madrid, pero luego las circunstancias cambiaron y ya sí me lo planteé. Hubo otro fichaje y no tenía mucho sitio. En el Madrid no han ido las cosas tan bien como me gustaría; pero se aprende de todo, de lo bueno y lo malo. Me hubiese gustado que las cosas hubieran ido mejor, pero no me arrepiento y eso ya es pasado".
Punto y final a la historia de Illarra en el Madrid. Un fichaje fallido, que ha preferido volver a sus inicios antes de seguir progresando en una decisión que marcará su carrera... tanto para bien, como para mal.