Los ‘chismes’ en el avión de vuelta del Barça apuntaron a Luis Enrique

El técnico sigue siendo motivo de discusión en la ejecutiva

El botín de San Mamés deja avisos a navegantes. Las lesiones de Alves, sumadas a las molestias de Busquets, sumadas a  la sanción de Piqué, sumadas a todo lo demás, dejan a Luis Enrique con la soga al cuello, otra vez, en los próximos encuentros.

 

En la vuelta de Bilbao, la comidilla entre los dirigentes azulgrana desplazados con el equipo apuntaba a las capacidades de Lucho para sacar a flote a un equipo mermado por bajas/sanciones y que va a tener que tirar con lo puesto hasta enero con la aparición de Arda/Vidal.

 

En el club azulgrana hay verdadero pánico a los inventos del asturiano que dejaron tocado de muerte al equipo en la Superopa de Europa y mataron al conjunto en la de España. Deslizan desde la entidad, apoyados por voces autorizadas del equipo, que Luis Enrique no es un divino en la reacción. Le falta, aseguran, capacidad de improvisación, y cuando se sale del guión los resultados no son los mejores.

 

Ante el Athletcic salió cara con Sergi Roberto, pero hay dudas de que el canterano resista los envites de un equipo más correoso como el Atlético, que espera en el Calderón. Además, la apuesta por Rafinha, falto de pegada, no convenció como solución de emergencia. El Barcelona estuvo inoperante arriba. Tampoco convencen las opciones de Munir/Sandro, parches reconocidos desde el club para no abrir la caja, pero alejados del nivel Barça y que el vestuario caló –con aviso al técnico- en las Supercopas.

 

El resumen de estas autoridades concluye que Luis Enrique es un gran ‘alineador’, es decir, colocar sobre el césped el once tipo que pondría cualquiera con dos dedos de frente atendiendo calidad y posición. Una práctica que se llevó a cabo a raja tabla desde el toque de atención de Anoeta y que terminó dando los éxitos –Copa, Liga, Champions- de la segunda vuelta que le salvaron el cuello en Can Barça. Pero que navega cuando se ve forzado o le da por  ejercer de técnico: inventar en la pizarra para encontrar soluciones a las dificultades, no es el fuerte del asturiano.