¿Qué le pasa a Gareth Bale?
A vueltas con la influencia del galés en el juego del equipo. No es el del año pasado
Bale se quedó sin marcar ante el Schalke por quinto partido consecutivo (no lo hace desde el pasado 24 de enero ante el Córdoba) y volvió a ofrecer sensaciones irregulares sobre el césped. Cada vez son más las voces que señalan que el extremo galés no está bien, y aunque es cuestión de interpretaciones sobre su juego, los datos demuestran que, con respecto al curso pasado, el de su debut, la influencia del de Carfiff no es la misma.
Gareth Bale llegó al Real Madrid a finales del pasado verano sin haber realizado la pretemporada con el Tottenham. Se esperaba que le costara entrar en la dinámica de una liga diferente, con menos espacios y más exigente desde el punto de vista táctico, y con el añadido de ser un futbolista explosivo físicamente que llevaba tiempo sin competir. Sin embargo, cumplió con creces: 22 goles en su primer año de blanco, además de 12 asistencias y dos tantos históricos en las finales de la Copa del Rey y la Liga de Campeones.
Esta temporada se esperaba su explosión definitiva y se cumplían todos los requisitos para que esto sucediera. El galés ha hecho la pretemporada con sus compañeros (recordemos, además, que no fue al Mundial, por lo que cuenta con la ventaja de haber sufrido menos desgaste durante el verano) y tiene ya varios meses de experiencia en el fútbol español y en el Madrid, pero desde el principio de la campaña se le nota diferente. Ha variado su juego de desborde por la banda derecha para irse más al centro y tampoco termina de ser más decisivo cuando Ancelotti le ha colocado por su costado natural. Participa menos del juego y lleva menos goles (15) y, sobre todo, menos asistencias (6) que la temporada pasada.
Ayer, frente al Schalke, dio muestras de una angustia que cada vez le atrapa más. Sobre todo en una jugada en al segundo tiempo, en la que desperdició un contraataque muy claro dando un mal pase a Cristiano, que lejos de recriminárselo, se dio cuenta y le dio ánimos. Ya han sido varias las ocasiones en las que se le ha recriminado el no pasar a sus compañeros en jugadas de gol para intentar finalizar él mismo con mal resultado. Necesita ser más decisivo y lo sabe. Un bache tanto en el juego como en el aspecto mental que está tratando de superar. El equipo lo necesita.