Se escuchan las primeras andanadas del vestuario en contra Rafa Benítez

La calma en el la plantilla del Madrid depende, más que nunca, de los resultados

Si todo va bien, será genial. En caso contrario, habrá movida. La plantilla del Real lleva semanas tragando saliva, tantas como Benítez ostenta el cargo de nuevo técnico del Madrid. Los jugadores han asumido con resignación el método robótico del madrileño. La matemática aplicad al fútbol no comulga con el grueso de la plantilla que está harta del 'software' de Rafa: cualquier decisión, movimiento, rotaciones y demás está computerizada.

 

Algunos pesos pesados del equipo como Sergio Ramos, Sergio Ramos, Pepe, Cristiano Ronaldo o Marcelo apuntan a la excesiva robotización del trabajo a las órdenes de Rafa Benítez. Los comentarios que deslizan en privado no son nada halagüeños, al contrario: el grupo ha notado el cambio para mal. Se echa de menos el trato afable de Ancelotti e incluso la capacidad comunicativa de Mourinho. Unos pensamientos que, mientras el equipo gane y los resultados acompañen, permanecerán en la privacidad pero que, y del mismo modo, amenazan con ver la luz si la cosa se tuerce.

 

En la plantilla existe el convencimiento de que Florentino Pérez eligió a Rafa Benítez para ejercer un mayor control en el vestuario. Un método hermético que ya ha escuchado las primeras críticas de futbolistas acostumbrados a tener mayor libertad de movimientos y que está cerrando las puertas del grupo a Rafa: la distancia entre la mayoría de la plantilla con el madrileño es excesiva para la relación que se presupone como mejor entre técnico y grupo. Las sesiones con Rafa son de una jerarquía/rectitud extraordinaria. Como un trabajo de oficina: con horario de llegada y de salida. Lo que está convirtiendo el día a día en una monotonía que, en palabras de algunos jugadores, roza, por momentos, el aburrimiento.