El sentir del vestuario del Atlético deja a Torres una papeleta complicada
'El niño' ya no es visto como el hombre referencia de la delantera. Menos incluso que el año pasado
Poco a poco, Fernando Torres va comprobando cómo su nombre y su legado pertenecen más a la historia y la sala de trofeos del Atlético de Madrid que al presente. Al menos, en lo que a importancia deportiva se refiere. El delantero rojiblanco llegó al Vicente Calderón procedente del Milan en el pasado mercado de invierno y aunque tuvo su importancia durante los últimos meses de competición (goles al Real Madrid en Copa sobre todo), su papel fue más el de un actor secundario destinado a jugar cuando faltaban otros que a ser protagonista.
Es algo que tanto el propio jugador como la afición del Atlético, que le sigue amando como a su 'hijo pródigo' (y con razón) aceptan sin dudar. Torres es consciente de que no se encuentra en el momento álgido de su carrera, sino en una lenta pero segura decaída producto de la edad. No obstante, lo que quizá no pensaba es que su rol fuese a ser 'tan secundario' en la temporada que tenemos en ciernes. Al menos, a tenor de lo visto debido a la enorme competencia con la que tendrá que luchar para jugar y también, incluso, de lo que empiezan a pensar sus compañeros.
Griezmann, Jackson Martínez, Vietto, Correa... sólo estos cuatro jugadores, delanteros todos, ya suponen cuatro 'enemigos' para Torres por tener minutos, para dos o incluso un puesto dependiendo del sistema que el Cholo utilice. Pero, además, tanto Vietto como sobre todo Jackson llegan con la vitola de estrellas, algo que perjudica al español. Sin ir más lejos, el capitán del conjunto colchonero, Gabi, fue claro en su análisis del inicio de la temporada.
"El que tiene que marcar las diferencias es Jackson. Ya las marcó en el Oporto y aquí también le damos esa responsabilidad. Debe ser el hombre gol del equipo. Confiamos muchísimo en él", explicó el centrocampista.
¿Cómo debe sentarle este mensaje a alguien como Torres, un consumado goleador? Desde luego, que sus propios compañeros deleguen en los nuevos fichajes ya es una evidencia de lo que le espera al delantero este año: Remar, remar duro y esperar opciones. Y aun así la cantidad de alternativas del Cholo le restará minutos forzosamente. Sin duda, un panorama nada agradable.