Bale ya sabe lo que le espera este año: El Bernabéu no le ha "olvidado"

El futbolista afronta su tercera temporada en el Real Madrid con el gran reto de dar lo que se espera de él... definitivamente

Si algo no gustó a muchos seguidores del Real Madrid del Trofeo Santiago Bernabéu ante el Galatasaray este martes (lo pudimos ver en las redes sociales, especialmente Twitter) fueron los pitos del estadio. Silbidos en el día de la presentación del equipo ante su público. No muchos, pero silbidos al fin y al cabo, en un día que se presupone festivo y sin haber comenzado aún la pretemporada.

 

Es verdad que el graderío del Bernabéu no estaba conformado por los aficionados habituales. Faltaba mucho socio. Pero en algunas fases del choque y, sobre todo, tras un fallo de Cristiano Ronaldo de cara a portería y en el momento en el que Gareth Bale se fue sustituido, sonaron pitos al luso y al galés. Sergio Ramos también recibió algún silbido más tímido tras todo lo acontecido este verano en torno a su renovación.

 

Buena parte de la afición no entiende esta impaciencia. Silbar antes de que este Madrid y Benítez hayan podido demostrar si el proyecto es válido o no demuestra que mucha gente no se ha olvidado de la temporada pasada. Que aún recuerda lo sucedido desde hace tres o cuatro campañas. Recuerda a Iker Casillas (ayer hubo pancartas a favor del portero) y mantiene presente esa división del Bernabéu y de la afición merengue, muy patente en los últimos tiempos, en torno a la forma global de entender el club.

 

Pero volvamos a Bale. Reseñar en estas líneas que al galés le pitaron no es una intención de 'ensañarse' con el galés. Refleja un hecho que, quizá sí, fue desacertado justo anoche. Pero ese 'cansancio' con el futbolista existe. Es un hecho y por ello debe ser constatado, y para el propio Bale supone un mensaje: Tendrá que esforzarse al máximo para ganarse a esa parte de la grada que ha perdido la ilusión y la confianza en él.

 

Bale debe mejorar su rendimiento porque es totalmente cierto que no ha dado lo que se esperaba de él tras dos temporadas enteras en el Madrid. Tampoco es siempre el único culpable de todo, pero debe ser consciente de que el Bernabéu espera una versión muy alta de él, y si al estadio blanco se le mete algo en la cabeza... no es imposible hacerle cambiar, pero sí complicado. Desde luego, este año es el de su reválida. Y tiene la ayuda del entrenador y el apoyo del club para conseguir explotar. También condiciones para ello. El reto es interesante, porque aguantar una tercera campaña como la pasada se le hará complicadísimo. Tanto a él como a la entidad.