Florentino Pérez corta cabezas. Y Sergio Ramos alucina (los sentenciados del Real Madrid en Sevilla)

El conjunto blanco hizo el ridículo en el Ramón Sánchez-Pizjuán

Esperpento del Real Madrid en Sevilla. El conjunto blanco salía al Ramón Sánchez-Pizjuán sabiendo que el Barça había perdido su partido ante el Leganés. Pero no fue motivación absoluta para los jugadores de Julen Lopetegui. Porque el Sevilla barrió al Real Madrid sobre el césped.

La primera mitad fue un auténtico baño de los de Pablo Machín al Madrid. En pocos minutos los locales se pusieron 3-0 en el marcador con dos goles de André Silva y uno de Ben Yedder. Y los de Lopetegui, a verlas venir. Florentino Pérez no acabó nada contento con el encuentro. Ningún madridista lo hizo. Y es hora de buscar culpables de la debacle en Sevilla.

 

El primero de todos, por supuesto, es Julen Lopetegui. De momento su Madrid está fracasando estrepitosamente en las grandes citas. Ante el Atlético en la Supercopa, en San Mamés y en el Pizjuán. De nada sirve maravillar ante la Roma en casa si en los partidos realmente difíciles no se sacan cosas positivas. El primer aviso está sobre la mesa del míster. Y es bien serio.

Otro de los grandes señalados es Marcelo. El brasileño volvió a salir en la foto de todos los goles. Jesús Navas entró por su banda como quiso una y otra vez. El brasileño sigue muy lejos de su mejor nivel, sobre todo defensivamente. Y muchos empiezan a estar hartos de su pasividad. Cuidado.

 

Courtois tampoco salió bien parado del partido ante el Sevilla. El belga fue el elegido para la gran cita del Real Madrid y no tuvo su mejor día. Sobre todo en el tercer gol pudo hacer mucho más, pero se quedó bajo palos. La duda de Lopetegui con Keylor Navas será ahora más grande.

Por último, las miradas también están puestas en el ataque. Sin Cristiano Ronaldo parece que no hay poder para intimidar. Benzema estuvo completamente desaparecido, al igual que Marco Asensio. Solo algún latigazo de Gareth Bale. El francés y el español deben ponerse las pilas, y es que de nada sirve lucirse en casa contra rivales menores.

En definitiva, un auténtico desastre de partido del Real Madrid que indignó a los madridistas y que acabó con un Sergio Ramos marchándose cabizbajo a los vestuarios. Y no era para menos. La imagen que dejaron los blancos en el Pizjuán fue indigna del campeón de Europa.