Los cuatro detalles que más disgustaron a Luis Enrique en la Supercopa

La actuación de Mathieu, la nula aportación de Sergi Roberto, el desbarajuste del doble pivote y tener que recurrir a Pedro no entraban en los planes del técnico

El Barcelona ganó la Supercopa de Europa ante el Sevilla, pero estuvo muy lejos de convencer. Cuatro detalles centran las preocupaciones de Luis Enrique. Cuatro cosas que no le gustaron. En absoluto.

 

Por un lado, la aportación de Mathieu fue nefasta. Relevo de Jordi Alba en el lateral izquierdo, con Adriano en el banquillo, el francés fue de más a menos. Falló estrepitosamente en el 4-2, dejando solo a Reyes para que rematara a placer, y concedió un penalti de lo más absurdo que significó el 4-3.

 

Sergi Roberto, a quien el entrenador azulgrana está dispuesto a darle una oportunidad hasta como lateral derecho, si hace falta, tampoco estuvo a la altura. Entró por el lesionado Iniesta y, con su presencia en el terreno de juego, el centro del campo se diluyó hasta límites insospechados. Tanto, que el técnico recurrió a una solución que acabó siendo un nuevo fiasco: el doble pivote. Buscó tener el control del partido amarrando en lo defensivo. Algo que no se le da nada bien al Barcelona.

 

A la desesperada, o casi, tuvo que recurrir a Pedro, aparentemente castigado con el banquillo, al igual que Adriano. Y el tinerfeño respondió a su manera: marcando. Suyo, otra vez, fue el gol que le dio al Barça la Supercopa de Europa en la prórroga.