Los conflictos del vestuario que amenazan la aparente calma en el Madrid
Rafa Benítez tiene 'incendios' en cada una de las líneas del equipo
Rafa Benítez redobla sus esfuerzos. El técnico anda metido a psicólogo en los últimos días. Los fuegos en el vestuario del Real arden con fuerza. A saber. Y por líneas.
En la portería, primer drama: Keylor Navas. El costarricense está haciendo de la convivencia un problema. El meta 'tico' se sabe con la soga al cuello. Los movimiento del Real para firmar la llegada de De Gea molestan en sobremanera al cancerbero que ha virado sus sonrisa y gesto amable por distancia y reproches. El fichaje de Kiko Casilla terminó de rematar a Navas.
En la defensa, dos dramas más: Sergio Ramos y Pepe. El andaluz parece encarar la mejora que dejará a Pepe en la cuerda floja. Las negociaciones con el portugués están en 'stand by'. El United podría reclamarlo para la operación De Gea. Varane aprieta con fuerza y, de seguir, Pepe podría visitar el banquillo con asiduidad. Problemas.
En el medio está Isco. Alarcón ya ha comunicado a Rafa que no seguirá como comparsa. No quiere que su rol en el Madrid se defina por rotaciones, sanciones o lesiones. Aspira a un puesto en el once. Lo exige.
Y en la delantera, Benzema. El nuevo dibujo táctico de Benítez penaliza al galo que ha visto como su rol en el equipo ha ido perdiendo galones, algo que Karim no puede ni va a permitirse en año de Eurocopa. Tiene una oferta del Arsenal que le aliviaría y llenaría los bolsillos hasta los topes. Más madera.