El juego sucio del entorno de Dani Ceballos pone en alerta al Betis
El Madrid se mantiene a la expectativa ante la explosión de las hostilidades
El Betis planta cara. La entidad sevillana no está para fiestas. El caso Ceballos ha estallado en los medio antes que en los despachos. Nadie del Bernabéu ha llamado aún a Sevilla para manifestar su deseo del jugador. Algo que se une al juego sucio del futbolista y su entorno -agentes- para forzar una marcha que, a su entender, nunca debe superar las 3 millones de euros. En los despachos del club verdiblanco están indignados y no piensan facilitar la marcha de su estrella, al contrario: remiten al Madrid a la cláusula del chico como profesional, 12 'kilos' y no los tres de la pasada temporada. Esa es la cifra para empezar a hablar.
El Betis está dispuesto a renunciar a la cesión de Marco Asensio, jugador ofrecido en el entente, con tal de no dejarse pisar. La actitud de Ceballos ha generado un caldo de cultivo que tiene a Pepe Mel subiéndose por las paredes: el equipo necesita, ahora, todo menos polémicas. Los culebrones perjudican a un grupo en crecimiento. El ansia de salida de Dani ha puesto al vestuario en tensión, algo que Mel no perdona tras haber logrado construir un grupo que ha hecho de la unidad, el sacrificio y el compañerismo, su mejor baza para el éxito.
Mientras, en Madrid miran con cierta distancia este inicio explosivo de las relaciones entre Ceballos y el Betis y esperan a que descienda el ruido mediático para intervenir. Desde el club blanco deslizan que van a tratar el caso con respeto.
Primero contactarán con el Betis, les trasmitirán su interés oficial y, después, empezarán buscarán el mejor precio. El Real está dispuesto a pagar una cifra intermedia entre los 3 y los 12 millones de la polémica cláusula. Las partes parecen, al fin y al cabo, obligadas a entenderse.