El Porsche Macan eléctrico mejora, pero el problema persiste

Los de Stuttgart no encuentran solución al dilema que complica el futuro del coche

En Porsche se les acumulan los problemas: las muchas dudas que generan los propulsores híbridos del 911 se suman ahora a las que aún causa el Macan eléctrico, que se presentó como una de las grandes novedades de la marca en este lustro y que, aunque convencía por su línea deportiva y diseño avanzado, no acabó de convencer al no incluir en su gama modelos con motor de combustión.

Ahora, y mientras Porsche trata de solucionar el problema incluyendo propulsores convencionales en la próxima generación que ya prepara, se va a presentar en breve la versión 2026 del coche, que se considera una actualización, pero no una generación nueva. La mala noticia es que, de nuevo, todos los propulsores serán eléctricos.

¿Qué cambia?

Por fuera, nada, y lo que variará por dentro tendrá que ver con sistemas de asistencia y funciones de entretenimiento. La marca alemana ha querido hacer que su coche sea todavía más confortable y, así, introducirá opciones como un asistente de aparcamiento con cámaras 360 capaz de hacer transparente el frontal del coche, cinco memorias de aparcamiento y secciones programables para marcha atrás automática de hasta 50 metros.

El coche dispondrá también de una llave digital vinculable a dispositivos Apple y Android y un sistema de juegos online para los pasajeros que se pueden controlar mediante pantalla táctil, mando Bluettoth o Smartphone. El coche, como opción, incluye la posibilidad de incluir una pantalla adicional para el pasajero que permite utilizar todo tipo de aplicaciones sin distraer al conductor.

Planificador de carga

Porsche añade al ya generoso equipamiento de su Macan un planificador de carga que permite priorizar o excluir cargadores concretos. Mejora también la capacidad de remolcaje del coche, que ahora es de 2.500 kg. El problema, sin embargo, sigue siendo exactamente el mismo: quien quiera un Porsche Macan híbrido o de combustión tradicional, no va a poder comprarlo. Habrá que esperar a la próxima generación del coche, que aún no tiene fecha. A la versión 2026, seguro que le quedarán,. como mínimo, unos cinco años de vida. ¿Qué hay que hacer entonces? Esperar y confiar que alguien en Porsche acierte de una vez.