Y por fin Márquez lo confirma: ni Mir ni Quartararo ni Bagnaia, él
El piloto de Honda, la pieza por bosquejar del Mundial, quiere su parte de la tarta de Tailandia
Poco, muy poco le hace falta a Marc Márquez para envalentonarse y, desde su enorme clase y calidad, ponerse las cotas más altas, esas a las que aspiran en estos momentos Fabio Quartararo y en menor medida Francesco Pecco Bagnaia y Aleix Espargaró, el título Mundial. Márquez no puede optar a tal cosa, pero no le hace falta, al menos por ahora. No, el de Cervera solo mira el resto de carreras que restan hasta la conclusión del año y en todas ellas empieza a mirar hacia un objetivo: sumar kilómetros y, si se puede, podios y victorias.
Lo dice él, pero también ilustres que lo conocen y así lo atestiguan. Sobre los segundos ha sido Álex Crivillé quien ha dado su punto de vista en Motor San, primero hablando sobre las posibilidades de los candidatos a coronarse, argumentando que pese al paso atrás del piloto de Ducati en Japón, Quartararo “continúa en una línea descendente y no acaba de encontrar la puesta a punto idónea”, por eso “está claro que la pelea por el título de campeón del mundo de MotoGP está abierta y tanto Fabio Quartararo como Pecco Bagnaia y Aleix Espargaró tienen opciones de luchar por el cetro de campeón”. Y después focalizando en el 93 de Honda.
Como se ha visto en las últimas carreras, una caída, un fallo, condena al implicado y con cuatro grandes premios aún por delante las posibilidades de los tres son factibles. Aunque habrá que tener en cuenta intangibles, el más grande de ellos Márquez, de quien Crivillé también espera el máximo en la 2023: “Marc Márquez se va a crecer en estas cuatro últimas carreras. Sacará todo su potencial y demostrará que ha vuelto. La próxima temporada tendremos a un Marc súper competitivo y listo para pelear de nuevo por ser campeón del mundo de MotoGP”. Palabras mayores, pero viniendo de quien vienen, muy a tener en cuenta.
Máxime cuando es el mismo Márquez quien deslumbra con tintes ambiciosos, los primeros ya mirando a este fin de semana en el Gran Premio de Tailandia. “Por supuesto, me gustaría volver a luchar en la parte delantera como en Japón”, comentaba, para después, en la línea de los últimos tiempos, fijar sus miras mucho más abajo, como precaución, arguyendo que estar delante “no creo que sea realista establecer esta expectativa. Tampoco es nuestro objetivo”. Márquez busca completar carreras y hacer desaparecer el dolor, y con ello, construir confianza. Juntando ambas cosas quizá aspire, como dice Crivillé, a cotas que le pertenecen.