Las miradas de Tailandia puestas en Jorge Lorenzo ¡Vaya accidente!

El balear vuelve al lugar de su terrible caída, un año después y sin saber si tendrá la moto prometida en Honda en 2020

Está claro que durante toda esta semana Marc Márquez se ha ganado recoger todos los focos de atención, el catalán está a un paso de hacer historia y quedarse a una línea de entrar en la barrera de los mitos, y con solo 26 años. En Repsol Honda están encantados con el de Cervera, un genio con mirada juvenil, eterna sonrisa e intenciones de titán. Todo son aplausos y enhorabuenas en la sede de la marca japonesa. O casi todo.

En el otro rincón del box está otro campeón en horas bajas, posiblemente las más baja en su carrera. Jorge Lorenzo regresa al circuito tailandés justo un año después del terrible accidente que sufrió sobre el asfalto de este trazado de Buriram que casi le cuesta un gran disgusto. En aquellas el balear hacia su vida en Ducati y aún era un aspirante de oro al título mundial, al menos en caché.

Ahora Jorge está venido a menos y con muchos líos internos. El más gordo el que le enfrenta a la marca nipona por su permanencia (con la que tiene contrato y promesas) toda vez que saliera a la luz sus conversaciones con su viejo equipo, el italiano, por una hipotética rotura de contrato con Repsol y vuelta Ducati. Lorenzo, eso sí, se ha cansado de decir que espera que Repsol cumpla con las directrices que el piloto y la marca trazaron para las mejoras de su moto del año que viene, en 2020, lo que le vincula de facto a Honda. Por ahora solo hay silencio en el asunto pero estaremos atentos.

Lo que ni unos ni otros (ni nadie) quieren que se repita es la espeluznante caída que sufrió el por entonces piloto de Ducati en una de las aproximaciones a una de las curvas de Buriram, donde Lorenzo perdió el control de su moto a 150 kilómetros por hora y fue a dar contra el asfalto en una tremenda costalada que le hizo rodar por la grava del circuito en repetidas ocasiones.

Tal vez fuera un anticipo de lo que se le venía encima: una larga lista de varapalos, que es lo que ha sido esta temporada en Honda. Con todo, las emociones que promete este GP de Tailandia son altas.