Maverick Viñales, descontento, lanza un dardo a sus rivales y promete dar la batalla en MotoGP

Maverick Viñales ha expresado su descontento tras el Gran Premio de Malasia. El piloto de Aprilia finalizó en séptima posición, una carrera que, a pesar de no ser ideal, le permitió mantener un ritmo constante. Sin embargo, los problemas recurrentes de sobrecalentamiento de su moto siguen siendo una preocupación.

Problemas en la pista

Durante la carrera en Malasia, Viñales enfrentó una vez más el problema del sobrecalentamiento en su Aprilia RSGP24. Este inconveniente ha sido un tema habitual a lo largo de la temporada y ha dificultado su rendimiento.

El piloto se quedó a 19 segundos del ganador, terminando entre dos rivales de Yamaha, Fabio Quartararo y Álex Rins. A pesar de esto, Viñales considera que su actuación fue mejor de lo esperado.

Reflexiones sobre la carrera

En acabar la carrera, Viñales afirmó que logró una "buena carrera". Aunque terminó lejos de la cabeza, reconoció su capacidad para mantener un ritmo constante.

"Hemos hecho más de lo que esperábamos con una P7, así que esto es realmente bueno", comentó. El piloto destacó su esfuerzo por evitar el sobrecalentamiento de los neumáticos, lo cual fue clave para su desempeño en la carrera.

La búsqueda de la consistencia

Viñales subrayó la importancia de la consistencia en su rendimiento. Actualmente, se encuentra en posiciones entre el sexto y el octavo lugar de manera regular. "Necesitamos continuar, pero la consistencia es buena", señaló. El clima caluroso de Malasia hizo que la carrera fuera aún más desafiante, pero el piloto se mostró satisfecho con su capacidad para terminar la prueba. "Fue difícil terminar la carrera", admitió.

Una de las áreas en las que Viñales ha notado avances es en el sistema de frenos. Aseguró que el uso de frenos mejorados le permitió tener más agarre y cometer menos errores. "Hoy usamos los 355 en los frenos y también una cosa específica que llamamos cooling rim, que mantiene los neumáticos un poco más fríos", explicó. Esto le permitió ser más preciso y sentirse más cómodo en la pista.

Mirando hacia el futuro

El próximo gran reto para Viñales será la última carrera de la temporada en Barcelona, aunque aún no se ha confirmado su participación. "No hay mucho que decir, solo quiero volver a casa y descansar un poco, para ser honesto", comentó.

Tras siete semanas intensas de competición, el piloto siente la necesidad de un merecido descanso. Sin embargo, promete que, si se confirma su presencia, estará listo para dar lo mejor de sí.