Márquez no se corta, deja atónito a Valentino Rossi y hace que Bagnaia desconfíe: "no digas nunca"

Honda no genera confianza al piloto, que sin embrago es cauto

Marc Márquez, como resalta en su documental, ‘Marc Márquez: All-in’ ha ido madurando a marchas forzadas durante la larga espera antes de encontrarse de nuevo con garantías físicas como para disputar otro Mundial desde el comienzo. Su problema ahora no es tanto suyo, sino de su moto, que está muy lejos de la del hombre a batir en estos momentos, Francesco Bagnaia.

Aún no está al cien por cien

Si bien Honda ha de encontrar soluciones que ayuden a Márquez a ganar posiciones y acercarse a Ducati, lo cierto es que el de Cervera tampoco está todavía en máxima plenitud de sus posibilidades, no al menos al nivel del que se fue antes de su largo parón. De eso habló el 93 con Il Corriere della Sera, donde se mostró cauto en muchos aspectos, el primero, su rendimiento a largo plazo y su completa recuperación de sus lesiones.

“Habrá que esperar 4 o 5 carreras para saberlo. Pero ya tengo referencias. Este invierno volví a mis niveles anteriores, ahora falta el último paso: mejorar mi rendimiento en carrera”, dijo en el medio italiano. Está claro que hay contrariedad en sus expectativas, que ahora mismo, tras el test de Portimão se sitúan muy lejos de Bagnaia. Eso sí, no es lo que opina el italiano, que aún cree en las mejoras de Honda.

Con Rossi, un capítulo más

Precisamente en la serie de Amazon, el campeón español reconocía que a Moto GP le falta mucho para llegar al lugar en el que lo dejaron él y Valentino Rossi o como estaba hace menos de un lustro: “No estamos viviendo el mejor momento de MotoGP, como por ejemplo en 2018 y 2019 que era el deporte de motor que más tiraba”. 

Evidentemente lo más importante ahora para Márquez es su puesta a punto de cara el inicio del Mundial, pero el siempre recurrente tema de Rossi ha traído una novedad en su charla con el mass media transalpino. Sobre su posible reconciliación con Il Dottore comentó que “nunca digas nunca. Una posible reconciliación no ocurrirá mañana, pero quizás dentro de 20-30 años quién sabe”.