Márquez logra otro imposible: Honda ilusiona con el adiós a su crisis
El piloto español ha vuelto a dar otra nueva muestra de superación personal
Se veía lejos cuando se tuvo que bajar de la moto, más aún cuando tuvo que pasar por el quirófano y también cuando comenzó su recuperación. Sin embargo, parece que no hay obstáculos lo suficientemente grandes como para tumbar el espíritu luchador que tiene Marc Márquez porque ha vuelto a dar una nueva lección de superación y ha conseguido otro éxito más en su carrera deportiva, aunque este no cuente como un título. El piloto español se ha vuelto a subir de nuevo, cuatro meses después, a una MotoGP.
Este momento lo lleva esperando como agua de mayo muchísima gente, empezando por el propio piloto, siguiendo por el equipo Repsol Honda y terminando, por supuesto, por los aficionados, que están como locos por poder volver a verle en competición lo antes posible. Es cierto que Márquez ya se puso de nuevo a los mandos de una CBR 600 hace unos días en elMár circuito de MotorLand en Aragón, pero pilotar una MotoGP no tiene nada que ver, es una historia completamente distinta y es lo que ha conseguido el de Cervera.
Ha sido en el trazado de Misano, en los test que se están celebrando durante estos dos días, cuando Marc Márquez ha comenzado a recuperar sensaciones de cara a lo que se viene por delante que puede ser un regreso oficial o bien en el tramo final de esta temporada, según las previsiones más optimistas, o bien para el inicio de la siguiente. Las intenciones del español, no obstante, son claras y ya ha dicho que él quiere estar en el próximo Gran Premio de Aragón que se disputa en poco más de una semana por lo que su objetivo es ambicioso y se ve con mucha seguridad para poder volver a meterse en plena carrera.
Márquez rodó durante seis vueltas seguidas en una primera tanda y después regresó a la pista para hacer lo mismo. Se le vio ilusionado y a un buen nivel, por lo que en Honda la esperanza cada vez es mayor en torno a su regreso y que este sirva para comenzar a ver la luz al final del túnel, es decir, sacarles de una de las peores crisis de toda su historia.