Marc Márquez y su sorpresa para Indonesia con Rossi por medio, y rajada de Jorge Martín por Ducati
Otro lío en Borgo Panigale y el Mundial
Ya hay dos mundiales en marcha. Uno, el habitual, es que el se corre y disputa sobre el asfalto, ese en el que todos los ojos se focalizan en el duelo a vida o muerte entre dos motos Ducati, la Desmosedici de Francesco Pecco Bagnaia y la Pramac de Jorge Martín. En el otro lo corre un solo piloto, el más mediático y laureado, Marc Márquez, y su carrera, que ya ha dejado atrás a Honda, escribirá un nuevo capítulo en el Gran Premio de Indonesia de este fin de semana.
Martín, irreductible
Por si había dudas -no vemos cómo, pero por si acaso- de la determinación de Jorge Martín en la lucha por este Campeonato del Mundo de Moto GP, sus palabras recientes son sentenciadoras. Y vienen a colación, ya que se ha especulado desde ciertos sectores con el posible ‘arreglo’ en el equipo para que fuera Bagnaia y no él el vencedor final. “Confío en que, con lo que Ducati ha invertido en mí, me den las mismas opciones que a él de pelear por el Mundial”, decía el madrileño en La Vanguardia. Pero fue más allá, el español comentó que “aunque me dijese Ducati algo, no haría caso”. Como ven, llegado este punto y con el Mundial en un puño, quién gane deberá ganárselo a cada palmo.
Y hasta aquí el Mundial meramente deportivo, porque el mediático ya va a perseguir a Marc Márquez hasta que el primero acabe, una vez ha confirmado su marcha de Honda. Y es que el ilerdense anunció que, tal y como ha confirmado su entorno, dará una rueda de prensa antes de la próxima cita del Mundial, donde aclarará muchas de las preguntas que con él y Honda pesan sobre su decisión, y no solo eso, también se arrojará luz a su futuro con Gresini.
Sobre ello no cabe duda, dicen fuentes cercanas al piloto de Cervera: cree que puede conseguir una moto competitiva, luchar por el Mundial en 2024 y alcanzar una meta que ni siquiera su gran rival histórico, Valentino Rossi, logró: ganar con Honda y la marca italiana. Para ello deberá primero hacer de la Gresini una moto digna de pelear por el título y después tendrá que tratar de doblegar a pilotos como Bagnaia y Martín. El camino es duro y largo, pero ya está en marcha.