Los nervios de Chantra antes de la sesión de MotoGP lo dejaron sin aliento

Somkiat Chantra, el piloto tailandés, ha dado el salto a la categoría reina del motociclismo, estrenándose con el equipo LCR Honda. Este debut marca el inicio de una nueva etapa en su carrera, y aunque su paso por MotoGP es un sueño hecho realidad, no ha estado exento de dificultades. Los nervios previos y los ajustes al nuevo nivel de exigencia son solo algunos de los desafíos a los que se enfrentó en su primer día sobre la moto.

El estreno en los test de Barcelona

Durante los test en el circuito de Barcelona, Chantra comenzó su andadura en MotoGP con un 23º puesto. Aunque no fue el resultado más destacado, el piloto se mostró positivo respecto a su aprendizaje en el primer contacto con la categoría. El joven tailandés experimentó varias caídas, algo completamente normal para un debutante, pero la jornada fue tranquila en comparación con lo que podría haber sido un inicio más turbulento.

El nerviosismo previo a subirse a la moto

Como todo debutante, Chantra no pudo evitar los nervios antes de subirse a la moto. A pesar de su experiencia en Moto2, enfrentarse a una MotoGP fue un cambio enorme.

"Antes de empezar la sesión estaba tan nervioso que pensé que me iba a dar un infarto", confesó Chantra. Estos nervios no son raros en un piloto que afronta un reto tan grande. Sin embargo, una vez sobre la moto, el objetivo del piloto fue claro: aprender a conocerla y adaptarse a ella.

Primeras impresiones sobre la MotoGP

Cuando Chantra salió a pista, trató de mantener la calma, sin arriesgar demasiado. En su primera vuelta, fue cauteloso, buscando entender cómo se comportaba la moto en diferentes circunstancias.

"En la última curva intenté forzar un poco más, y todo parecía normal, pero cuando frenaba y volvía a pisar el acelerador, la moto parecía muy rápida", explicó el piloto. Poco a poco, fue tomando confianza y mejorando en cada vuelta, un proceso que forma parte de su adaptación a la MotoGP.

Adaptación física y mental al nuevo nivel

Uno de los aspectos más complejos de este salto es la exigencia física. Las MotoGP son mucho más potentes y exigentes que las Moto2, y Chantra no tardó en notar la diferencia. "He sufrido un poco, sobre todo en la espalda", comentó, reconociendo que la dureza física es uno de los mayores desafíos. Para afrontar esta nueva exigencia, el piloto tailandés tiene claro su objetivo: "Durante el invierno, intentaré trabajar mucho en el gimnasio", dijo, con la vista puesta en mejorar su resistencia para lo que está por venir.