La razón oculta tras la inesperada salida de Marc Márquez de Honda

La decisión que nadie esperaba y que está cambiando el rumbo del Mundial

Marc Márquez sorprendió al mundo del motociclismo cuando decidió romper su millonario contrato con Honda. No fue una decisión fácil: renunciar a 125 millones de euros por cambiar a una moto teóricamente inferior, como la Gresini, parecía una locura. Pero detrás de esa decisión había más que una moto indomable o una carrera deportiva en declive.

Tras cuatro operaciones y meses de frustración, el octocampeón necesitaba reencontrarse con su esencia. Y lo logró. Con una Ducati GP23 menos competitiva que la GP24 de Jorge Martín y Pecco Bagnaia, Marc volvió a ganar. Demostró que no había perdido su talento, solo necesitaba una moto que le acompañara. Ese rendimiento le valió el fichaje por el equipo oficial de Ducati, donde hoy es el gran favorito para ganar el Mundial.

Una cultura que lo frenaba

Aleix Espargaró, expiloto de Aprilia y ahora probador de Honda, reveló recientemente un motivo poco conocido de su salida. En una entrevista para Motociclismo, aseguró que la forma de trabajar de los japoneses fue clave para el adiós de Marc y eso fue uno de los motivos de su salida. 

“Uno de los motivos por los que Márquez se fue fue porque no podían avanzar a su manera”, explicó Espargaró. Honda, con una filosofía tradicional y muy rígida, no se adaptó al enfoque que Márquez necesitaba para evolucionar la moto. No era solo una cuestión técnica, era cultural.

Marc quería aportar, modificar, experimentar. Pero en HRC las decisiones iban lentas, casi inmóviles. Esa falta de reacción, sumada a una moto difícil de pilotar, minó su confianza. Por eso decidió arriesgar. Cambió estabilidad por libertad y ganó. 

Ahora, en Ducati, está viendo recompensado su salto al vacío. Aleix lo resume con claridad: “Con el mejor piloto de la historia en la mejor moto, los resultados son los que son”. Y en Honda, mientras celebran victorias como la de Johann Zarco en Le Mans, aún buscan rehacerse. Márquez no solo cambió de equipo. Cambió de rumbo. Apostó por su instinto. Y parece que, una vez más, acertó.