Impresionante rajada de Márquez para calentar Portimão: solo se salvan Quartararo y Aleix
El ocho veces campeón del mundo supera sus problemas físicos, pero no olvida
Marc Márquez lo ha pasado lo suficientemente mal durante estos años de lesiones como para haber pensado en su momento en la retirada y como para regresar con más ilusión que nunca. “Si gano un Mundial valdrá por dos”, dijo hace poco en la Cadena Ser. De ahí que a partir de ahora todo sea un regalo, pero, a la vez, esas experiencias también le permiten coger perspectiva, esa que ahora ha destapado en su documental con una impresionante rajada de la que solo se libran Fabio Quartararo y Aleix Espargaró.
Han pasado ya meses y muchos trances oscuros para el 93 como para decir que ha superado los momentos más duros de sus problemas en el brazo y en su diplopía pero, como decimos, no olvida los lances más duros. Uno de ellos, muy significativo, viene descrito, con nombres y apellidos, en ‘Marc Márquez: all-in’. Previa al GP de Italia, en Mugello, Márquez se sometía a una cirugía que podría haberlo retirado y se acuerda perfectamente de quienes fueron a apoyarlo.
Fabio Quartararo y Aleix Espargaró son los que se libran, ya que “por ejemplo, mi compañero Pol no vino a verme y está justo a mi lado en el box”, comentaba. Márquez lo pasó mal y plasma a la perfección ese momento y esos detalles que le han marcado: “quiero decir, no esperas que todos vengan. No me esperaba a Aleix. ¿Extrañé a algunas personas que venían? No sé. Sé exactamente quién me va a apoyar y quién no. O quién desea lo mejor para mí y quién no. Afortunadamente, no hay muchos que me deseen lo peor, pero apuesto a que hay alguien”.
Se puede decir más alto o en otro idioma, pero desde luego no más claro. No sabemos cómo habrán sentado estas palabras a muchos de los directa o indirectamente señalados, pero desde luego estamos descubriendo la clase de agresividad que siempre ha tenido en pista el piloto de Honda y que espera pueda mostrar sobre el asfalto portugués en los próximos Test de la semana que viene.