En Australia, Marc Márquez manda el mensaje que Pecco Bagnaia y Dall’Igna temían: guerra en 2025

La victoria del de Cervera fue toda una demostración de intenciones

Con la lucha entre Jorge Martín y Pecco Bagnaia al rojo vivo, el Gran Premio de Australia de MotoGP dejó una noticia ciertamente más relevante que el hecho de que Martín acabara el fin de semana con una ventaja de 20 puntos sobre su rival italiano. Y es que, la victoria de Marc Márquez podría haber sido una noticia mucho peor para un Bagnaia que de Phillip Island saca dos conclusiones: que este Mundial se le va alejando y que el de 2025 lo tendrá mucho más complicado de lo que podría haber esperado. 

En este sentido, tras un primer aviso en la carrera al sprint del sábado, Marc Márquez demostró a Ducati que, lejos de darse por vencido por el hecho de tener una moto de 2023 y por estar lejos del Campeonato del Mundo, no va a dejar de ir con todo a por victorias. Algo que, en la carrera del domingo ha quedado más que demostrado, pues, tras una mala salida provocada por un tear-off, que lo dejó fuera de las diez primeras posiciones, fue capaz de protagonizar una de esas remontadas marca de la casa para acabar llevándose un triunfo que deja un mensaje muy claro para todo Ducati.

Hasta Dall’Igna se asusta con esta exhibición

La realidad es que pocos hubieran esperado que Marc Márquez fuera capaz de adaptarse de esta forma a la Ducati. Y es que, en su primera temporada, el 93 se ha subido al primer escalón del podio hasta en tres ocasiones. Y es que si en pleno periodo de adaptación y con una moto de 2023 Marc ha logrado esta hazaña, cuando tenga una moto de fábrica a su disposición puede temblar toda la parrilla, pues ahí se habrán juntado el hambre con las ganas de comer. 

Ante dicha situación, todos en Ducati están en peligro, pues la guerra entre Bagnaia y Márquez está más que servida de cara a un 2025 que apunta a ser un auténtico polvorín en Borgo Panigale, donde el trabajo de Gigi Dall’Igna a la hora de gestionar los ánimos de sus pilotos será fundamental para evitar que la guerra vaya más allá de lo deseable.