El factor campeón mete a Márquez en la pelea y Espargaró se ceba

Es imposible que el Campeonato del Mundo de Moto GP, gran premio tras gran premio, no dedique uno o dos renglones de su protagonismo a Valentino Rossi y Marc Márquez, ya que son las dos leyendas vivas más importantes de la categoría reina. Es más, cada día pulsamos el sentir de los últimos estertores deportivos de Il Dottore, casi tanto como el posible resurgir de Marc Márquez, que acaba de recibir un impulso colosal en este sentido.

Y es que el ocho veces campeón del mundo ni está acabado para la pelea por el cetro mundialista ni es incapaz de regresar a su nivel de antaño, cuando era un líder invencible. Al menos esto es lo que opina uno de los más grandes pilotos de todos los tiempos y otra leyenda de Honda, como es Mick Doohan, que ni elude las circunstancias que merman al español y su moto, ni descarta volver a ver al mejor 93 en un corto espacio de tiempo.

“Él ahora no está en forma. También creo que la moto igualmente se ha ido un poco fuera del camino. Claramente, la Honda no es la moto que solía ser. Creo que Marc sólo está empezando a tener fuerza en el brazo derecho. Y ese creo que ha sido el problema”, dijo en In the fast lane, añadiendo que, si el de Cervera y Honda dan con la tecla, “tiene las credenciales para ser capaz de luchar por otro título”. Seguro que estas palabras son aire fresco para el campeón español.

Espargaró, horrorizado y mordiente

Y sigue trayendo cola la acción del piloto de Moto3 Deniz Oncu en el Gran Premio de Las Américas, por el que ha sido severamente sancionado con tres carreras, y es que ahora ha sido Aleix Espargaró el que no se ha cortado ni un pelo al calificar la acción y ese tipo de conducción tan en tela de juicio últimamente: “Dios mío…. ¡Afortunadamente, este tipo está 'lejos' del paddock de MotoGP!”, comentó en sus redes sociales, donde fue más allá diciendo que la FIM “hizo lo correcto con la penalización, para enseñarle, pero su entrenador no tiene cerebro, así que hizo lo contrario”. Tema sensible, pero con el que los pilotos son unánimes.