Atención a las duras palabras de Zarco que dolerán a Jorge Lorenzo
Mientras, Márquez peleará en Malasia contra la historia
¡Cómo le habrá dolido a Jorge Lorenzo acabar en la última posición, y destacada, en el Gran premio de Australia! No es fácil para el espectador acostumbrarse a ver a leyendas derruidas, en ruinas, pero menos aún lo es para el propio protagonista que vive en el desánimo. De los primeros tenemos varios ejemplos, como el del siete veces campeón del mundo de MotoGP Valentino Rossi, que cada vez está más cerca de la retirada que de volver a rodar a un ritmo de triunfo de carrera.
Aunque el caso más paradigmático es el Lorenzo (tres veces campeón del mundo de Moto GP y con cinco títulos mundiales en total), que ni arranca ni se le espera. No lo ha hecho durante toda la temporada y tampoco fue distinto en las Antípodas, donde acabo como farolillo rojo de la carrera. Tampoco se le espera en Malasia, sus perspectivas para la carrea son igualmente desesperantes, tan malas como las que le acompañan desde que echó a rodar con la Honda.
Pero la de Phillip Island fue una caída especialmente dolorosa por tener al lado un nuevo compañero de equipo, Jahann Zarco, que viene a sustituir a un Takaaki Nakagami (que será intervenido hoy de su hombro) y finalizó muy por delante del balear, de hecho fue decimotercero con un motor de 2018. Pero lo verdaderamente duro para el de Palma fue lo entusiasmado que se mostró al francés tras la carrea, donde aseguró que tuvo buenas sensaciones desde el principio hasta el final.
Con el infierno vivido con la marca nipona, esto será como un cuchillo para el español, el cual comparte equipo también con el peor compañero posible, por sus éxitos: Marc Márquez. El de Cervera es un avión, gana todo y con suficiencia, aunque aún le queda una cosa esta temporada que complete su felicidad: ver a su hermano, Álex, coronarse en Moto2. Lo tiene en la mano el pequeño del clan, con ganar en Malasia será campeón. Se acerca la traca final de los Márquez, la historia abrirá otro capítulo brutal.