¡Andrea Dovizioso también se rinde y dice adiós!

Pero Marc Márquez tiene un miedo desconocido

En cierta forma, cuando uno se siente invencible, le sale todo y tiene el ecosistema perfecto son solo para crecer, sino para dominar y hacerlo con cierta facilidad, entonces es cuando los rivales pasan de respetarte a temerte, incluso a pensar en tu invulnerabilidad. Y algo así es lo que vive ahora mismo Marc Márquez, que en Cheste, en el adiós de su compañero de equipo y ex campeón del mundo, Jorge Lorenzo, volvió a dar un golpe sobre la mesa.

El de Cervera volvió a ver antes que nadie, y en honor a él, la bandera arlequinada de meta. Una victoria más, 25 puntos puntos más, campeón del mundo, Honda campeón por equipos y su hermano, Álex Márquez, campeón del mundo de Moto2. ¿Puede alguien superar una temporada como esta, puede haber algún límite más de los impuestos por el catalán esta temporada?

Será complicado. Marc se ha ido a los 420 puntos para un total de una docena de victorias -las cuatro de suelo español, además de Argentina, Francia, Alemania, República Checa, San Marino, Tailandia, Japón y Australia- y cinco segundos puestos, en las restantes menos Estados Unidos, donde no puntuó. O lo que es lo mismo, el de Lérida siempre ha sido primero o segundo. ¿Y cómo lo ven esto sus rivales? Negro, muy negro.

Al menos eso ha dicho Andrea Dovizioso, segundo en el podio (aunque a 151 puntos), que se mostraba muy insatisfecho especialmente con el hecho de haber perdido el mundial por equipos y aseguraba que a este nivel es imposible ganar a Márquez, aunque espera que la temporada siguiente sea diferente. Ahora mismo, eso sí, deja la lucha con el catalán por imposible y abandona la temporada con mal sabor de boca.

Desde luego para el de Repsol Honda lo será, toda  vez que tendrá otro compañero de equipo, y rival, pero está vez al que le une el mayor lazo sentimental, porque su compañero, a expensas de la confirmación, será su hermano, Álex Márquez. Esto para los dos será raro y complicado, y puede suponer un miedo o una distracción para el campeón del mundo. ¡Que empiece ya!