Sorpresa para Fernando Alonso: ¿Y si al final hay milagro?

Las declaraciones del español invitan al optimismo

Fernando Alonso mira al cielo. El piloto de McLaren apura sus últimos grande premios en la F1 con la ilusión de hacer algo grande. Y en Japón podría haber sorpresa, especialmente si, como se espera, llueve.

"Estamos un poco pendientes de la meteorología. Es un circuito muy especial, con curvas muy rápidas que creo que nos pueden venir bien para nuestro coche. Las eses son como una montaña rusa para una persona normal, vas todo el rato de izquierda a derecha a 250 kilómetros/hora, con 4 ó 5 fuerzas G en el coche. Te das golpes todo rato con las rodillas, con los codos...es impresionante", cuenta Alonso en ‘Marca’.

"Al mismo tiempo, la sensibilidad a la potencia del motor también es bastante grande y eso nos ha penalizado este año. No es de los mejores, como Singapur, pero con la previsión de lluvia para estos días, la posibilidad de sumar puntos es real y puede ser positivo", explica Fernando que no niega dar la campanada en Suzuka.

Un circuito, el japonés, que el español idolatra: "Es un país muy bonito, siempre me ha gustado correr aquí. Los aficionados son siempre muy especiales. Va a ser una semana y media de mucha intensidad, con dos carreras en dos circuitos que me encantan y en la que espero tener dos buenos resultados".

Fernando también quiso opinar de la última polémica, las órdenes de equipo en Mercedes que aseguraron la victoria a Lewis Hamilton en el último GP: "Cada equipo responde de diferente manera, pero cuando haces primero y segundo, eres campeón del mundo cuatro veces seguidas, tanto de pilotos como de constructores y este año estás liderando los campeonatos, todo lo que se diga de Mercedes puede ser envidia", ha señalado.

"No están haciendo las cosas mal cuando son los grandes dominadores de este deporte. A ellos les entra por un oído y les sale por otro lo que diga la gente de fuera. Ellos sabrán. Parece que no les va mal con lo que hacen", finiquita Alonso.

Suzuka, un circuito fetiche para un Fernando que busca el más difícil todavía con McLaren.