Sainz lo cambia todo en Ferrari y Leclerc podría decir adiós en 2022

La situación en la escudería italiana es tensa por una cláusula secreta

En Ferrari hay una sensación agridulce tras haber finalizado un espectacular mundial de Fórmula 1. En este 2021 los de Maranello se han afianzado en el tercer puesto de constructores por delante de McLaren, su rival real por el puesto, y por detrás de los hasta ahora dos equipos con los que no podía luchar en objetivos tan ambiciosos: Mercedes y Red Bull.

Si Ferrari ha logrado ese tercer puesto ha sido, en parte, gracias al gran primer año que ha realizado Carlos Sainz con los del Cavallino Rampante: 4 podiums y por delante de Charles Leclerc en la clasificación general. El quinto piloto, o lo que es lo mismo, el primero de los mortales tras Verstappen, Hamilton, Bottas y Checo Pérez.

Con estos resultados Sainz ha modificado los planes de Ferrari, que había pensado en Mick Schumacher para 2023, pero que ahora se plantean muy seriamente renovar a Sainz más allá de 2022, cuando expira su actual contrato. Según las palabras del propio Binotto, “Ferrari tiene el mejor dúo de la F1”.

Y esto no es lo único que ocupa a Ferrari. En pleno desarrollo del coche de 2022 se ha conocido una cláusula que permanecía secreta hasta ahora: cuando Charles Leclerc firmó con la escudería italiana en 2020, lo hizo hasta 2023, pero con una condición: que en 2022 el equipo quedase entre los tres primeros del mundial de constructores. En caso de que esto no suceda el monegasco tendría la libertad de poder negociar con cualquier otro equipo de la parrilla de la F1.

Esto pone presión sobre los ingenieros ya que de verse adelantados por McLaren en el impredecible 2022 (final de la era híbrida y comienzo de un nuevo período en la F1) podría hacer perder a uno de los mejores pilotos de la F1 antes de lo deseado. Para que esto no ocurra en Ferrari se está planteando la opción de que Jean Todt volviese a la escudería en el papel de ‘súper consultor’ para poder ayudar con su experiencia a que el equipo vuelva a ganar un mundial de pilotos, algo que no sucede desde el lejano ya 2007, cuando lo conquistó el recién retirado Kimmi Raikkonen.