El nuevo as en la manga de Fernando Alonso para avergonzar a los japoneses (y a Honda)

Fernando Alonso es un terremoto de nervios. Las puñaladas de Honda, que lo acusan de ser el mano negra que se ha cargado el acuerdo con McLaren, van que vuelan.

En el mundillo de la F1 no se habla de otra cosa: Honda, como hiciera Ferrari, está haciendo correr rumores terribles del español que dan fuerza a las leyendas de ego, chulería, divismo que han cerrado la puerta de Alonso de Mercedes y los grandes.

Una campaña que erosiona un poco más la dañada imagen de un Fernando que ve como las grandes marcas huyen en busca de jóvenes valores: nadie quiere a un perdedor como símbolo.

Una realidad que Fernando quiere revertir desde ya, golpeando donde más le duele a Honda: en Japón.

El español está depuesto al más difícil todavía: atar un buen resultado en Suzuka que tape las bocas japonesas que aseguran que Fernando no ha ido a tope, y a forzado abandonos, hasta cargarse a Honda. “He tenido un par de carreras difíciles últimamente, así que estoy deseando volver a la pista y trabajar con mis ingenieros para cambiar nuestra suerte”, advierte un Fernando dispuesto a todo para acallar los rumores que lo señalan.