Nace una nueva era en Mercedes sin Hamilton como líder y Alonso tiene motivos para sonreír

El Gran Premio de Canadá está a la vuelta de la esquina y lo que en principio se presentaba como un evento apasionante para Lewis Hamilton, quien ya ha saboreado el dulce aroma de la victoria en el trazado americano en diversas ocasiones, se ha convertido en un quebradero de cabeza para el inglés y todo a raíz de unas polémicas realizadas por Johnny Herbert, uno de los pilotos más icónicos en la historia de la Fórmula 1.

Sin pelos en la lengua, el experto británico ha afirmado que Mercedes debería encomendar a George Russell los futuros éxitos de la marca dirigida por Toto Wolff y dejar a Hamilton en un plano secundario: "Mercedes está en una posición muy afortunada porque todos somos muy conscientes de lo que hace George Russell. Realmente ha dado un paso adelante y realmente ha puesto a Hamilton bajo mucha presión. Russell es el futuro, sin importar lo que pensemos de Hamilton. Es más que capaz de ser el piloto que produzca lo que Mercedes necesita y será muy beneficioso para ellos en el futuro”.

Ya la temporada pasada quedó en evidencia que Russell dispone de armas más que de sobra al volante para poder igualar e incluso superar los tiempos de su compañero, terminando incluso el año por encima de su compatriota en la clasificación general y originando un sinfín de dudas dentro de la marca en lo que atañe a la capacidad competitiva de Hamilton. A pesar de ello, Wolff ratificó su plena confianza en el heptacampeón ofreciendo una renovación que aún está por concretarse, pero Herbert no se ha dejado influenciar por las decisiones del mandatario y ha querido dar su crítica visión de la realidad que se vive en Mercedes.

Alonso también sonríe

Estas palabras del experto británico, en cierto modo, también ensalzan la figura de un Fernando Alonso con el que Hamilton ha sido estrechamente comparado durante una gran parte de su carrera.

A pesar de tener ya 41 años, las prestaciones del bicampeón español sí que generan ilusión para poder pelear por los primeros puestos de la clasificación, algo de lo que no puede presumir Lewis ya que, en contraposición con el piloto de Aston Martin, su caída en picado es más que notoria.