Lío: Alonso y Norris destruyen a Hamilton en la gran rebelión de la F1

Rebelión en la Fórmula 1 en un miento muy inesperado

Cuando el campeonato de F1 se está acercando al ecuador se podría producir una novedad muy importante de cara a los meses que restan de competición, un tramo de campaña en el que los pilotos podrían comenzar a cambiar el rendimiento sobre sus monoplazas. El problema de la marsopa lleva lastrando a Lewis Hamilton desde que el W13 se dio a conocer como el arma de trabajo del inglés en este Mundial, una novedad que ha impedido al heptacampeón engancharse a los primeros puestos de clasificación.

Eso sí, esto no sería tan grave si la nueva normativa técnica que obligó a implantar nuevos diseños aerodinámicos no pusiera en peligro la integridad de los pilotos. Hamilton se viene quejando desde que arrancó el Mundial en Bahréin, no solo que el problema de la marsopa le ralentiza notablemente en las curvas, especialmente en las que son más cerradas, sino que el monoplaza es mucho más inestable, causa por la que el paddock ha querido alzar la voz para pedir a la FIA que valore modificar de nuevo estas normas introducidas en los prolegómenos del campeonato, tal y como ha apuntado Crash.

Esto, en líneas generales, ha sido un atisbo de rebelión apoyado por la gran mayoría de pilotos, pero hay dos que se han opuesto de forma manifiesta a que la FIA retoque la normativa vigente aludiendo que no hay nada de lo que quejarse: Lando Norris y Fernando Alonso.

Es cierto que ni el español ni el británico han comenzado el Mundial de la forma esperada y su rendimiento está siendo altamente cuestionado en las últimas semanas, pero su firme posición respecto a la rebelión alentada por Hamilton y Toto Wolff, quien desde el primer momento previó los problemas que podría deparar la nueva normativa implementada sobre la marsopa, traerá mucha cola en Canadá, sede del próximo Gran Premio.

Ahora, la tensión crece a pasos agigantados ya que, en el caso de que hubiese unanimidad, la norma podría se revisada por la FIA en pro del espectáculo y, sobre todo, de la seguridad, pero si dos pilotos consideran que no es necesario retocar nada, el Mundial seguirá su curso, eso sí, con mucha más nerviosismo en el paddock y en la pista.