Lewis Hamilton, campeón, aspirante y ahora revolucionario de la F1

Lewis Hamilton gusta o no gusta pero desde luego el personaje y el piloto no dejan indiferentes. Y en cierta forma es imposible hablar del campeón de Fórmula 1 -que va camino de ser, por números, el más grande todos los tiempos, si no lo es ya (el debate ahí queda)- sin el individuo que siempre opina y se posiciona. Ahora lo ha vuelto a hacer, pero esta vez sí toca un futuro posible de la Fórmula 1, uno a todas luces revolucionario.

Ahora mismo la mente de Hamilton está puesta en la competición, ya que está a solo seis puntos de Max Verstappen en el reciente Mundial y seguramente no se haya visto en una tesitura igual desde hacía mucho tiempo, con un piloto que le hace sombra y una escudería, Red Bull, que está luchando de tú a tú con Mercedes. Es más, ahora mismo el inglés está por detrás del neerlandés en el Mundial, ya que este último quedó segundo en el Gran Premio de Turquía siendo el británico quinto.

Pero si algo nos ha enseñado a lo largo de su carrera Hamilton es que, como decimos, nunca se puede separar al piloto del personaje, incluso cuando se trata de opinar acerca de las mejoras o contratiempos del Gran Circo. Y eso es justo lo que hay hecho esta vez al lanzar una propuesta, quizá a la organización, que ya está sopesando esta opción, de cara al futuro más inmediato. Un guiño en toda regla que como todas sus acciones y reacciones no deja indiferente.

Hamilton ha asegurado que la Fórmula 1 no estará completa hasta que no exista un gran premio en suelo africano. “Para tener un campeonato mundial completo, tendríamos que volver a correr en África”, ha dicho para Speed Week. Y al hilo de esta afirmación va la línea que trata de explorar la FIA con respecto al calendario del futuro en el Campeonato del Mundo, concretamente de cara a 2023, donde quieren regresar a Sudáfrica, cuyo último gran premio data de 1993, cuando la Fórmula 1 corrió en el Circuito de Kyalami. Como ven, Hamilton de nuevo ni se corta ni oculta sus opiniones, algo que nunca se le podrá echar en cara.