La gran traición en F1 daña a Alonso, Alpine culpable: cisma sangrante

Cuando Fernando Alonso parecía estar cogiendo sensaciones gratificantes en su monoplaza tras lo presenciado en Silverstone, vuelve el pánico a la figura del asturiano. En el GP Austria que se celebró el pasado fin de semana el bicampeón del mundo volvió a pagar la mala estrategia planificada por su escudería y, sobre todo, la torpeza de sus ingenieros, los cuales le obligaron a parar dos veces consecutivas tras un error humano.

Y es que ya son incontables las ocasiones en las que el piloto español ha pagado cruelmente la mala labor de su equipo, algo que le está privando de terminar las carreras en la zona alta de clasificación y, sobre todo, que está aumentando continuamente las dudas sobre si extender su compromiso con la marca de Enstone una campaña más, como así espera Alpine.

Para más inri, Alonso está viendo cómo la gran parte de fallos se están produciendo en su A522, y no en el de Esteban Ocon, quien solamente ha tenido que abandonar una vez en 2022 por un fallo ajeno a su conducción.

Los problemas se acumulan en Alpine cuando el Mundial se está adentrando en su segunda parte y lo que es peor, Alonso ya no confía en la promesa que le hizo su equipo antes de que arrancara el campeonato y la cual invitaba a pensar que el asturiano podría codearse con los pilotos que disponen de un monoplaza más competitivo, como es el caso de Max Verstappen, Charles Leclerc, Sergio Pérez o Carlos Sainz, aunque la mala fortuna también se está cebando con el madrileño.

En tal caso, lo que queda en evidencia con los malos resultados del español, a pesar de que su conducción es digna de resaltar, siendo una buena prueba de ello que se sitúa entre los pilotos con más adelantamientos realizados en el presente curso, es que Alpine ha traicionado al campeón del mundo con Renault en 2005 y 2006 y que, a día de hoy, cada vez son menos las esperanzas de que el equipo pueda componer un coche ganador en 2023.

La decepción de Fernando es total con la escudería azulada y el enfriamiento de las negociaciones para renovar, cada vez más evidente a la vez que preocupante para las aspiraciones de la marca de Enstone la próxima campaña.